jueves, 14 de septiembre de 2017

Master of None o el amor en tiempos de Tinder

Seinfeld, a mi modo de ver la mejor serie de comedia de todos los tiempos, tenía como principal signatura la de ser “una serie acerca de nada”.
  En estricto sentido así era: lo que le sucedía a sus cuatro personajes centrales y a los muchos incidentales realmente carecía de importancia. Era nada y en eso estribaba su mayor gracia.
  No sé si de algún modo inspirada en Seinfeld, Master of None trata un poco de lo mismo, es decir, de nada... y, sin embargo, también tiene mucha gracia.
  Creada, escrita, dirigida, producida y actuada por el actor y humorista estadounidense de raíces indias Aziz Ansari, Master of None se transmite por Netflix y lleva ya dos temporadas de diez capítulos cada una. Podríamos definirla como una comedia romántica realista, naturalista, irónica y sin la menor cursilería. Una comedia romántica al estilo de las películas que se hacían en la década de los setenta, con un dejo de acidez y pesimismo, con personajes imperfectos y llenos de contradicciones que viven, sufren y gozan en una gran urbe (la ciudad de Nueva York, otra semejanza con Seinfeld, pero también con filmes de Woody Allen como Annie Hall, Manhattan y Hanna y sus hermanas).
  Lo que distingue y diferencia a Master of None, sin embargo, es la muy particular visión de Ansari (junto con su co-escritor, Alan Yang). Aunque los temas son los de siempre en este tipo de obras (las relaciones de pareja, la amistad, el sexo, la religión, la familia, los medios de comunicación, el empleo y el desempleo, el racismo, la misoginia, la diversidad sexual, etcétera), estos son vistos con un ojo muy singular y una filosofía al mismo tiempo cínica y entrañable, calculadora y tierna. Hay mucho humor y mucho sarcasmo en la serie, mucha sana incorrección política en las situaciones y los diálogos, pero también una gran inteligencia crítica y autocrítica que por fortuna jamás cae en el lugar común o en la postura moralista.
  Otro aspecto a destacar es el formal. Aunque la primera temporada está filmada de manera más o menos ortodoxa, la segunda resulta mucho más experimental, con guiños muy notorios al cine italiano (el primer capítulo de dicha temporada, por ejemplo, es todo un homenaje en blanco y negro al neorrealismo de directores como Vittorio De Sicca) y experimentaciones en la manera de estructurar y narrar las historias.
  Se trata, pues, de un proyecto poco común, con un sentido del humor diferente al habitual y un conjunto de personajes tan divertidos como conmovedores (los padres de Dev, el personaje que interpreta Aziz Ansari, por ejemplo, son sus padres en la vida real, ambos venidos de La India y ambos sin experiencia previa como actores, lo que los hace frescos y adorables).
  “Aprendiz de todo, maestro de nada”, reza el dicho popular. Eso es Master of None: una serie acerca de nada. Pero una absoluta delicia.

(Texto que escribí para el sitio Sugar & Spice)

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