martes, 15 de agosto de 2017

Música de mierda

Su título en inglés es Let’s Talk About Love: Why Other People Have Such Bad Taste (“Hablemos acerca del amor: por qué otras personas tienen tan mal gusto”), pero la editorial catalana Blackie Books decidió llamarlo, de manera sencilla y contundente, Música de mierda. Su autor es el crítico y escritor canadiense Carl Wilson y la edición es preciosa, con pasta dura y tornasolada.
  ¿De qué trata el libro? De una larga, inteligente, documentada y divertida reflexión acerca de nuestra intolerancia, nuestro clasismo y nuestros prejuicios frente a los “malos” gustos musicales de las mayorías y, para ejemplificarlo, Wilson toma como objetivo a alguien cuyas canciones siempre aborreció: su paisana, la inefable y muy popular Céline Dion.
  Contra lo que pudiera pensarse, no estamos ante un texto dedicado a destrozar a la cantante. Eso hubiera sido muy sencillo. Por el contrario, el autor se pregunta por qué no le gusta la música de Dion y realiza un amplio y profundo ejercicio en el que analiza y reflexiona sobre sus propios prejuicios al respecto.
  Wilson se cuestiona a sí mismo como crítico de música y se pregunta por qué él y muchos de sus colegas que presumen de cultos y exquisitos desprecian (¿despreciamos?) no sólo a Céline Dion sino a la música pop en general. Para ello, se mete de lleno en la vida y obra de la intérprete y de sus seguidores, en una aventura que resulta tan jocosa como interesante y cuyas conclusiones al final resultan sorprendentes (no las revelaré para no fungir como spoiler del libro).
  Con estupendo prólogo del gran novelista inglés Nick Hornby y un quizás innecesario epílogo del músico español Manolo Martínez, Música de mierda es un libro que todos deberíamos leer, sobre todo para controvertir nuestros propios prejuicios ante la música que consumen las grandes masas.
  ¿Que Arjona, el reguetón o la propia Celine Dion son una porquería? Tal vez. No obstante, habría que averiguar y comprobar por qué. Finalmente, le gustan a mucha gente. He ahí la cuestión.

(Publicado el día de hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)

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