sábado, 25 de marzo de 2017

La disolución del PRD

Triste sino el del Partido de la Revolución Democrática. De haber podido convertirse en el gran instituto político de la izquierda mexicana, adoptó los eternos vicios sectarios de dicha izquierda y está terminando sus días en el penoso trance del divisionismo, cuya más clara expresión es la lucha a tres caídas, aunque con límite de tiempo, entre las facciones de Miguel Barbosa y Dolores Padierna por hacerse del control de la fracción perredista en el Senado de la República. Lucha que poco tiene que ver con principios ideológicos y mucho con afanes de poder y, sobre todo, de recursos monetarios. Mezquindad política, pobreza de ideas, miseria de principios. Avaricia, rencores y una agonía lastimera.
  Lejanos están ya los días de gloria del PRD, con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza. Cuando Andrés Manuel López Obrador se hizo de la presidencia del partido, quiso volverlo su instrumento personal para cumplir su sueño sempiterno de convertirse en presidente de la república y ese fue el principio del fin.
  Apenas el partido dejó de serle útil, lo despreció, se llevó a sus incondicionales (aunque dejó a otros ahí encajados, como cabeza de playa) y fundó su propio instituto híper personal: el inefable Morena. Quienes permanecieron en el PRD, tanto los antipejistas como los pejistas velados, se encargaron de dinamitar lo que quedaba y hoy se están viendo los resultados: un partido a punto de desaparecer.
  Su única esperanza de sobrevivencia, como lo hacía notar el jueves pasado Héctor Aguilar Camín en estas mismas páginas, es la de servir como bisagra en las elecciones de 2018 y aliarse a alguno de los tres partidos con reales posibilidades de ganar la contienda. De las tres opciones, la del PAN parecería ser la menos mala, la más práctica, la más inteligente y pragmática. Lástima que inteligencia y pragmatismo no parecen estar entre los dones de los dirigentes perredistas actuales.
  Pronto conoceremos el desenlace de tan triste historia.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)

1 comentario:

soul51 dijo...

Izquierda,Izuierda,Izquierda,,,, de verdad la vamos a extrañar? lo dudo mucho. el centro y la derecha hacen exactamento lo mismo...........mierda al pais en el que solo los gobernados vivimos