sábado, 11 de febrero de 2017

¡Anímese, ingeniero!

De unos días para acá, la figura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha vuelto a estar en el candelero. A raíz de la aparición de su libro Cárdenas por Cárdenas, biografía de don Lázaro escrita por su vástago y editada por Debate, el presidente fundador del hoy maltratadísimo y casi agonizante Partido de la Revolución Democrática ha vertido una buena cantidad de declaraciones críticas acerca de la realidad del país y sobre la izquierda mexicana. Sus palabras han hecho pensar a muchos que el ingeniero está de regreso y en buena forma, como para aspirar a algo que vaya más allá de la mera presentación del volumen sobre su ilustre progenitor. De hecho, hay quienes proponen que regrese a la política activa e incluso que busque ser candidato en las próximas elecciones presidenciales. ¿Buena idea? ¿Mero delirio? Veamos.
  Si revisamos a los hoy presidenciables de los diversos partidos, podemos recordar la vieja frase del nefasto Rubén Figueroa, cuando dijo aquello de “la caballada está flaca” y aunque tal vez no esté tan flaca como en otras ocasiones, no se vislumbra una personalidad de altos vuelos en el panorama político nacional.
  Entre un López Obrador que va por su tercer intento y que en estos momentos encabeza las encuestas (sin que ello sea garantía de cosa alguna), una Margarita Zavala que comienza a descender en las mismas, un dubitativo Mancera y los nombres que se barajan en el PRI (desde Videgaray hasta Osorio Chong) y en los independientes, no hay todavía alguien que pueda convencer realmente a la mayoría de los votantes.
  En ese contexto, me parece que la figura de Cuauhtémoc Cardenas lograría concitar grandes simpatías y quizás amalgamar a muchos que no encontramos opciones convincentes. Su historial personal y político le da un valor indisputable. No veo hoy día a una personalidad más fuerte en el horizonte y aun cuando no se ha pronunciado al respecto, yo le diría con sincero entusiasmo: ¡anímese, ingeniero!

(Publicado el día de hoy en "Cámara húngara", mi columna sabatina en Milenio Diario)

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