martes, 6 de septiembre de 2016

El misterio de Faralae

Cuando se conjugan el talento, el buen gusto, la alegría de vivir, la sensibilidad, la gracia, el virtuosismo y la sencillez en un proyecto musical, uno no puede más que rendirse, abrir los oídos y la mente y dejarse llevar por las notas, los compases, los ritmos, las atmósferas.
  El jazz que se hace en México siempre ha gozado de cabal salud y en el país, los buenos músicos del género se dan de manera más que natural. Por eso no es de extrañar que el grupo Faralae sea capaz de causarnos tantas sensaciones y tantas emociones cuando lo escuchamos en disco o en directo.
  Ya sea en su versión como quinteto o como dueto, el sonido de este proyecto resulta siempre placentero. Como quinteto han sacado un disco que no tiene desperdicio. Cadáver exquisito (Sonidos y sabores del mundo, 2016) es un plato delicioso de strafalarium jazz (como sus integrantes lo definen), una mezcla de jazz manouche, blues, swing, bossa nova, country y rock ejecutado con maestría por el líder del grupo, Alejandro Martínez Gil (guitarra y arreglos), Liliana Buneder (voz), Rafael Zermeño (guitarra, arreglos y bajo), Israel Torres Araiza (violín) y Omar Anguiano (bajo). El álbum contiene cinco covers y siete temas originales, todos de la autoría de Martínez Gil. Para destacar, las versiones a “Pobre gente de París”, “O Pato” y “That’s All Right Mama”, así como las composiciones “Tres gatos”, “El agarrador”, “Desde que tú no estás” y “Encuéntrame un rincón”.
  Como dueto, Alejandro y Liliana se presentan jueves y sábados en las dos sucursales del bar Debarbas, de la Colonia Nápoles. Su vitalidad escénica es extraordinaria, tanto por las habilidades vocales y percusivas de Buneder (al verla, usted recordará a Bobby McFerrin), como por el virtuosismo guitarrístico de Martínez Gil (en efecto, es de la estirpe de los Martínez Gil), con muchas reminiscencias de Django Reinhardt.
  Faralae es todo un misterio, pero un misterio revelado.

(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)

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