martes, 19 de mayo de 2015

El estruendoso regreso de Faith No More

Es desde ya uno de los acontecimientos musicales del año. Luego de dieciocho largos años de ausencia (su anterior disco, Album of the Year, data de 1997), Faith No More retorna inopinada e inesperadamente, comandado –por supuesto– por Mike Patton, con un disco estupendo: Sol Invictus (Ipecac, 2015) que hoy se presenta en todo el orbe.
  Se trata apenas del opus No. 5 en la discografía del grupo desde que se les unió Patton a finales de los ochenta y que incluye joyas como The Real Thing de 1989 y el extraordinario Angel Dust de 1992. El nuevo plato posee todo el poderío y el variado arte del quinteto y si bien ya no está ahí el legendario guitarrista Jim Martin, el nuevo encargado de las seis cuerdas, Jon Hudson, desarrolla un trabajo impresionante.
  Pero es Mike Patton, como siempre, el centro del talento (como lo es con sus otros proyectos, todos de culto, como Mr. Bungle, Tomahawk, Fantomas o Peeping Tom, además de sus álbumes como solista). En Sol Invictus se halla todo su delirio creativo, capaz de dar a luz composiciones de una enorme fuerza y, a la vez, de una finura sorprendente por contrastante.
  En esta ocasión, cortes como “Cone of Shame”, “Separation Anxiety”, “Sunny Side Step”, “Rise of the Fall” o “Superhero”, nos llevan a aquellos tiempos anteriores al grunge y a Nirvana en los que el llamado metal alternativo reinaba aún con poderío. Faith No More revoluciono a aquel subgénero rudo y gutural al fusionarlo con el funk (algo que a su manera también harían otros contemporáneos suyos: los Red Hot Chili Peppers) y con un sentido de la melodía que lejos de traicionarla, enriquecía a aquella música. Eso y más aparece en su nueva placa, un trabajo que entusiasma y que no decepcionará siquiera a los seguidores más aferrados de la agrupación.
  Sol Invictus nos recuerda la importancia de Faith No More en la historia del rock y nos hace ver que los talentos del ahora cincuentón Mike Patton permanecen no sólo intocados sino potenciados a su mayor capacidad y su máxima calidad.
  Un gran regreso de Faith No More.

(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)

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