miércoles, 21 de enero de 2015

Clockers

Uno de mis cineastas favoritos, desde hace muchos años, es Spike Lee. Pero sobre todo el Spike Lee de sus primeras películas, cuando su estilo era tan inequívoco y particular. Uno veía una cinta suya y de inmediato encontraba elementos que la distinguían y que no permitían confundirla con la de otro realizador. Esos elementos están presentes en Clockers (1995), un filme estupendo sobre la venta de drogas al menudeo en un barrio negro de Nueva York y todo lo que la rodea.
  Ahí está una trama perfecta, llena de grandes diálogos, giros inesperados, violencia callejera, apuntes sociales, toques de humor negro (en todos los sentidos de la palabra). Ahí está el cuadro de actores (con algunos que solían aparecer en cada una de sus películas primigenias, incluido el propio Lee), siempre solventes y con el papel preciso (como en esta ocasión la pareja de agentes policiacos, protagonizada por los enormes Harvey Keitel y John Turturro o el protagonista principal, Strike, interpretado de manera impecable por Mekhi Phifer). Ahí está, por supuesto, la música, siempre perfectamente elegida. Ahí está, claro, la dirección de Spike Lee: impecable pero imperfecta, limpia pero áspera, con un ritmo que parece llevar los beats del mejor hip hop.
  Drama, comedia, thriller, todo mezclado para dar como resultado una obra a la altura de los grandes trabajos del director de Do the Right Thing (1989) y Jungle Fever (1991). Magnífica.

No hay comentarios.: