domingo, 16 de marzo de 2014

Pure

Hay películas que basta con ver una vez para que se queden marcadas en la mente y el recuerdo por siempre. Creo que Pure, la cinta sueca dirigida por Lisa Langseth en 2009, es una de ellas.
  Intensa, profunda, dura, llena de sensibilidad y crudeza, la obra narra la historia de Katarina, una hermosa y singular joven de veinte años de edad, amante de la música de Mozart (a quien descubre por medio de YouTube), que consigue trabajo como recepcionista en una sala de conciertos de Gotenburgo y se enamora del director titular de la misma, para ser usada por éste de la manera más cruel y miserable. El tipo la seduce y la convierte en su amante, hasta que se da cuenta de que ello puede traerle problemas con su esposa y ante las muestras de enamoramiento de la muchacha, opta por hacer que la despidan. De ahí sobreviene un drama terrible pero manejado por Langseth de manera elegante y sutil.
  La actriz Alicia Vikander hace de su Katarina un personaje entrañable, magnífico, lleno de matices, mientras que Samuel Fröler hace de su Adam (el director de orquesta seductor) un tipo frío, calculador y despreciable.
  No contaré el desenlace de la historia porque sería echar a perder la vista de la película, pero es un desenlace tan sorprendente como impactante.
  Una grandiosa película (la vi en Mubi, por cierto). Como leí por ahí: una gema de la cinematografía sueca.

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