martes, 19 de marzo de 2013

El siguiente día de Bowie

Finalmente se cumplió el plazo y el pasado 11 de marzo apareció The Next Day, el esperadísimo nuevo disco de David Bowie. No es una obra estrictamente dramática (si bien sabemos del gusto de este músico por el drama), aunque toda la campaña previa a su presentación tuvo mucho de puesta en escena. Se trata, sí,  de una propuesta fuerte, aunque no demasiado densa; con momentos tristes y melancólicos, pero sin caer en lo depresivo. Al escucharlo con atención, diría que hay en él más de luminoso que de sombrío y que el rock seco y contundente tiene una muy agradecible presencia en varias de las canciones.
  El disco inicia con el tema que le da nombre, un rock impetuoso de ritmos marcados que mete al escucha de lleno en el plato. Igualmente bueno es “Dirty Boys”, con referencias al blues de Nueva Orleans y a la música de Tom Waits, aunque la voz de Bowie nos hace pensar más en Nick Cave. Una maravilla.
  La contrastante sofisticación llega con “The Stars (Are Out Tonight)”, mientras que “Love Is Lost” es una angustiosa composición que da lugar a la aplastante tristeza de la bella y ya conocida “Where Are We Now?”.
   Otros cortes notables son “Valentine’s Day” (una balada deliciosa y tranquila), “I’d Rather Be High” (una gozosa incursión en la psicodelia), “How Does the Grass Grow” (con su sutil referencia a “Apache” de los Shadows) y “(You Will) Set the World on Fire” (con su riff inicial à la Kinks).
  Para quienes a estas alturas del disco extrañen una composición claramente dramática está el penúltimo corte, “You Feel So Lonely You Could Die”, en tanto
la parte más siniestra y desolada del disco viene en el corte final, “Heat”, tema que obliga a pensar en la música de Scott Walker.
  Diez años después, David Bowie ha regresado en plena forma, con un trabajo estupendo, de muy alto valor artístico. A sus sesenta y seis años, el británico mantiene su capacidad creativa y no decepciona en absoluto.
  El Camaleón conserva la capacidad para manejarse en todos los colores, en todo el espectro del arcoíris letrístico y sonoro. Enhorabuena por su majestuoso retorno.

(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario).

1 comentario:

Epigrama dijo...

David Bowie marco mi vida... no puedo decir más, que emoción oír su nuevo disco. Podría hacer una crítica mas objetiva, pero no... es Bowie, no lo haré