martes, 7 de agosto de 2012

Los relámpagos de August*

“No soy un escritor católico. En todo caso, soy un católico que escribe”, solía comentar August Derleth a quienes trataban de definirlo como un autor cuyo estilo se encontraba influido por los preceptos del catolicismo.
  Nacido en Sauk City, Wisconsin, en 1909, Derleth es poseedor de una amplia obra que abarca lo mismo poesía y novelas costumbristas (se le llegó a conocer como “el cronista de Wisconsin”) que libros biográficos para niños, cuentos policíacos y relatos de ficción científica (como gustaba llamar Borges a la ciencia ficción).    
  Sin embargo, su mayor trascendencia la logró como editor de H.P. Lovecraft y como continuador suyo, dentro de ese subgénero que es el horror cósmico. Fue Derleth el que conjuntó editorialmente a Lovecraft y una serie de discípulos suyos, para dar forma y nombre a la saga conocida como los Mitos de Cthulhu.
  La amistad entre August Derleth y Howard Phillips Lovecraft duró relativamente poco tiempo, ya que éste falleció en 1937. Sin embargo, fue lo suficientemente fructífera como para trabajar juntos en varios proyectos. Incluso escribieron un cuento al alimón (“El regreso de Hastur”) que terminaría el primero de manera póstuma.
  Cuando Lovecraft murió, Dertleth pensó en la necesidad de difundir los relatos de su mentor y con su amigo y colega Donald Wandrei fundó Arkham House, una de las casas editoras más importantes y legendarias en su género. El primer libro que publicaron fue The Outsider and Others, en 1939, pero poco a poco fueron reuniendo a muchos de los discípulos del nacido en Providence en 1890 y, de ese modo, escritores como Robert E. Howard, Henry Kuttner, Clark Ashton Smith, E. Hoffman Price, el gran Robert Bloch (autor de Psicosis) y los propios Wandrei y Derleth pasaron a formar parte del catálogo de Arkham House (el nombre de Arkham es un homenaje al apelativo que Lovecraft dio a la ciudad en la que suceden la gran mayoría de sus historias, inspirado en Salem, Massachusetts).
  Derleth también situó muchos de sus cuentos de horror cósmico en Arkham, lo mismo que en otras poblaciones lovecraftianas como Innsmouth o Dunwich. Sin embargo, sus aportaciones a los Mitos de Cthulhu fueron muy importantes. Fue él quien introdujo a los dioses arquetípicos (elder gods), contrapuestos a los dioses primigenios (outer gods) de Lovecraft. De este modo, otorgó una concepción moral, incluso católica, a sus relatos, al convertir el conflicto entre deidades en una lucha entre el bien y el mal, cosa que no existía en la literatura de su maestro, quien únicamente había concebido a dioses crueles y terribles.
  August Derleth escribió tantos libros que sería imposible mencionarlos aquí, pero dentro de la saga de Cthulhu, el más destado es Someone in the Dark, una colección de cuentos deliciosamente escalofriantes. En español, casas como Roca y Alianza Editorial publicaron muchos de sus relatos.
  El alumno más aventajado de H.P. Lovecraft fallecería en 1971. Pero ahí está su legado, al alcance de cualquier lector.

*Publicado el sábado pasado en el suplemento cultural Laberinto de Milenio Diario.

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