sábado, 1 de octubre de 2011

Peña Nieto y los Beastie Boys*

¡En sus marcas, listos…!
  Al menos siete factibles precandidatos presidenciales se encuentran prestos para arrancar al grito de “¡fuera!” y el ambiente electoral comienza a calentarse de manera más que delirante y sabrosa. Tres panistas, dos priistas y dos nacionalistas revolucionarios están prácticamente listos para iniciar sus precampañas y quedar ungidos, a principios del año próximo, como los contendientes de sus respectivos organismos partidistas. Ojalá hubiese también alguien de izquierda, pero como en México ya no existen partidos de esa tendencia, tenemos que conformarnos con lo que hay. Mas el chiste es divertirnos con todo lo que se viene y entrarle de lleno al espectáculo cómico- mágico-musical que cada seis años nos depara tanta jocosidad, tanto relajo y tantas estrafalarias sorpresas. Porque será el sereno pero, a pesar de todo, aún tenemos el derecho constitucional de reírnos de nuestros políticos (y si no es así, ¡que ipso facto se haga una enmienda al respecto en nuestra Carta Magna!).
  PAN, PRI, PRD y los partidos peques tendrán al final a tres o tal vez cuatro candidatos. Si no nos cambian el script, lo más seguro es que estos sean Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, aunque Marcelo Ebrard podría estar también y en una de esas se cuela de última hora Ernesto Cordero en lugar de doña Chepina. Como sea, todos ellos garantizan alta comedia, gags memorables, sketches de risa loca. ¿Que habrá golpes bajos, marrullerías y guerra sucia? ¡Sin duda! Pero eso es parte del chou. Tomémoslo con humor y con ánimo abierto a la pachanga.
  No nos amarguemos. No hagamos corajes. No veamos todo negro. No seamos tan políticamente correctos. Disfrutemos el espectáculo con sano esparcimiento y salvemos el hígado. De todos modos, llegue quien llegue a los Pinos, las cosas sólo cambiarán para seguir iguales. Dos sexenios de panismo están ahí para demostrarlo.
  Divirtámonos pues. Démosle vuelo a la hilacha. Dejemos atrás el melodrama ranchero. Después de todo, como dirían los Beastie Boys, You gotta fight for your right to paaaarty!


*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

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