sábado, 10 de septiembre de 2011

Versos sencillos de Martí*

La cuestión no es por qué Marcelo Ebrard corrió a Martí Batres, sino por qué se tardó tanto en hacerlo. Da la impresión de que el jefe de gobierno capitalino está en una carrera contra el tiempo. Hace mucho que debió deslindarse de Andrés Manuel López Obrador y no se ha atrevido todavía. Mientras Enrique Peña Nieto hace rato que cabalga en caballo de hacienda rumbo al 2012 y ya hasta Ernesto Cordero se prepara ahora sí para tratar de ganarles puntos a Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel, Ebrard apenas se encuentra en el trámite de quitarse estorbos de encima. Por eso creo que la cuestión no es por qué se deshizo de Batres, sino por qué se tardó tanto en dar ese paso.


Yo soy un hombre insincero / De donde crecen espinas / Y antes de que me corran quiero / Echar a Marcelo a la ruina.

 Mientras tanto, el Pejeman afirma que el despido de su aliado incondicional no tiene la menor importancia y que lo que decida Ebrard a él le hace lo que el viento a Juárez, al tiempo que descalifica (as usual) la encuesta de GEA-ISA que sorpresivamente lo coloca por debajo de Marcelo en las preferencias electorales. Por supuesto, se trata de otra encuesta “promovida por la mafia en el poder”, misma que en esta ocasión incluye (honor a quien honor merece) a Milenio.

Yo vengo de una tribu lista / Y a esa corriente me debo / Pejista entre los pejistas / Y el Peje me hará su efebo.

Lo que estaría de peluche es que Andrés Manuel aceptara el reto de Carlos Salinas de Gortari para realizar un debate entre ambos. Podría anunciarse en la tele como el SmackDown de los Innombrables y le daría algo de sabor a unas campañas electorales que se antojan cuando menos aburridonas. ¡Vamos Charly, vamos Andy!

Yo se los nombres extraños / De las yerbas y las flores / Y de mortales engaños / Y de sublimes dolores (Padierna).

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

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