sábado, 21 de mayo de 2011

Sexo, drogas y FMI*


Sexo y política son dos cuestiones que normalmente no hacen buena combinación. Cuando el factor sexual se entremezcla con los asuntos políticos, el resultado suele ser el escándalo, sobre todo en países con doble moral y en los que lo políticamente correcto se ha convertido en norma. Por eso las expresiones beatas de quienes se dicen espantados ante casos como el del director de WikiLeaks, Julian Assange, y las dos suecas; el del hijo “bastardo” que le acaban de descubrir al ex gobernator de California, el inefable Arnold Schwarzenegger, o el presunto abuso sexual cometido por el director del Fondo Monetario Internacional (esa institución encargada de hundir en drogas a tantos y tantos países), el francés Dominique Strauss-Kahn, affair este último que muestra ciertas aristas sospechosistas. Porque, ¿qué puede haber más políticamente incorrecto que propasarse con una mujer pobre, madre soltera, recamarera y para colmo inmigrante de un país subdesarrollado como Guinea?
Cual vil Kalimba Región 1, este socialista galo que pintaba para ser el mayor rival de Nicolás Sarkozy en las próximas elecciones presidenciales en Francia, de pronto se ve sumergido en una bronca para la cual no le ayudan sus antecedentes de mujeriego empedernido. Al contrario de lo que sucedía en México en otros tiempos, cuando el hecho de que un presidente tuviera amantes y una activa vida sexual fuera del matrimonio era hasta festejado, en los países sajones es cosa muy mal vista y castigada duramente.
Sin embargo, todo este embrollo suena bastante extraño. No dudo que Dominique haya tenido que ver con la recamarera guineana (aunque él niega que la haya violentado), pero si analizamos lo conveniente que le resulta a muchos la caída del poderoso economista y político, la trama puede no ser tan simple.
Como siempre, se emiten juicios por adelantado y se condena a un presunto abusivo, quien luego podría resultar exonerado (remember el kalimbazo). Yo prefiero no adelantarme y esperar al veredicto final. Aquí hay cosas de fondo.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

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