viernes, 25 de marzo de 2011

Sweet little fifty six


Mañana cumplo cincuenta y seis años. Se dice fácil pero si se mira hacia atrás, son muchísimos años vividos y eso, lejos de pesar, resulta una bendición. La verdad es que estoy orgulloso de llegar a esta edad y sobre todo con una salud aceptable y un gusto por la vida que me hace sentir dichoso. Me encuentro en una etapa estupenda de mi existencia. A pesar de ciertas limitaciones económicas, tampoco me va mal y en lo sentimental soy un tipo muy afortunado al contar con el amor sincero e incondicional de una mujer preciosa que me llena de vitalidad y me hace sentir en un permanente estado de juventud. Denisse está cerca de mí, nos apoyamos mutuamente, nos amamos y aunque nuestro estatus es más o menos el de una relación abierta y libre, en realidad seguimos tan juntos y contentos como desde hace dos años, cinco meses y diez días. También cuento con el amor de mis maravillosos hijos, de mi familia y de muchas amistades que me quieren sinceramente. Trabajo en varias cosas a la vez y tengo nuevos proyectos. La Mosca, mi hija, sigue con vida, ahora por la red virtual. Estoy a punto de regresar a la actividad musical después de un año llamémosle sabático y conservo mi entusiasmo y mi interés por la música, la literatura, el cine, la historia, la política, la buena televisión. Sigo disfrutando sobremanera la amistad y la presencia femeninas. He logrado vencer al fantasma de los celos y mi visión sobre el amor y el enamoramiento ha cambiado radicalmente, en beneficio de una mayor tranquilidad emocional. No hago corajes, es dificilísimo que algo me enoje, veo a la vida con optimismo y trato de no amargarme con lo que sucede en México y en el mundo, lo cual no significa que no me preocupe. En estos años recientes, alguna gente amada se me ha adelantado en el misterioso viaje hacia lo que hay más allá de la vida, pero aún espero vivir muchos años más y no develar ese misterio sino dentro de un largo tiempo. Quiero cumplir proyectos, escribir mucho, ver el crecimiento de las personas a las que amo.
¿Qué si me considero un hombre feliz a mis inminentes cincuenta y seis? Sí, por supuesto. Feliz y afortunado. De hecho, no me creo de esa edad. Me siento mucho más joven. Tal vez sea sólo rock ‘n’ roll…, pero me gusta.

1 comentario:

Dante sin Virgilio dijo...

Sólo para felicitarle, espero que cumpla muchos más con la frente y el lívido tan en alto como hasta el momento.