viernes, 10 de diciembre de 2010

La fiesta de Milenio (un buen viernes)


La visitante misteriosa se fue temprano. La mañana transcurrió tranquila y pude escribir mi colaboración de mañana para Milenio Diario. Fui al banco a hacer un depósito y de ahí al metro Eugenia (en el camino, por la calle Pilares, creí ver a Ciro Gómez Leyva, en pants y con un periódico en la mano), a fin de recoger a mi preciosa amiga Maggie, quien venía a visitarme y a venderme un cuadro de popotillo con la cara de Bob Dylan que hizo. Llegó un poco tarde, pero nos venimos en taxi a la casa, donde comimos y pasamos un rato muy agradable (ver foto). Se fue como a las seis.
Ya en la noche, pasé por María José a su casa en la Condesa y nos fuimos juntos a la cena de fin de año de Milenio, en el hotel Fiesta Americana de Reforma. Estuvo muy concurrida y sobre todo muy divertida. Por allá saludé y abracé a Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva (quien me confirmó que sí era él a quien vi al mediodía), Jairo Calixto Albarrán, Roberto López. Roberto Velázquez, Alicia Quiñones, Susana Moscatel, Tacho, Juan Pablo Becerra Acosta, Nestor Ojeda, Vero Maza, Rafael Tonatiuh, Diego Osorno, Juan Alberto Vázquez, Claudia Amador, Guillermo, Ana Laura Santos, Pablito..., en fin, a casi toda la banda del periódico. La cena estuvo deliciosa y hubo bebida abundante (me eché siete vodka tonics y como que sí me pegaron un poco). Marijose y yo nos pasamos buena parte de la noche analizando a la gente que bailaba (la orquesta era buena, no así el grupo de pop abridor) y viboreando un poco. Nos regresamos en taxi. Ella se quedó en su casa y yo llegué aquí como a las cuatro, medio mareado pero tranquilo. Realmente la pasamos muy bien. Milenio va a cumplir once años y sigo más que orgulloso de ser colaborador fundador. Enhorabuena para todos mis compañeros.

No hay comentarios.: