jueves, 5 de agosto de 2010

Cuando mucho significa poco


El otro día me di cuenta de lo diferente que resulta decirle a alguien "te quiero mucho" a decirle sencillamente "te quiero". En el primer caso, no hay carga pasional, es más bien una frase de cariño, de afecto, de querencia bella y sincera, pero querencia al fin y al cabo. En cambio, decir "te quiero" es como decir "te amo". Hay ahí un peso amoroso, apasionado, de entraña y de víscera. Curioso y paradójico que es nuestro idioma, porque la palabra "mucho" en este caso funciona para disminuir la intensidad, para convertirla no en mucho sino en poco. "Te quiero mucho": bien, se lo puede uno decir a muchas personas cercanas, sin compromiso alguno. "Te quiero": eso ya es cosa seria, implica alguna liga mucho más fuerte y densa, no necesariamente un compromiso si se quiere, pero sí un acercamiento bastante más íntimo y exaltado. Cosas del idioma, cosas de los sentimientos.

4 comentarios:

Denisse Berman dijo...

Te quiero :)

Anónimo dijo...

Si. Tienes bastante razón. Y aunque la segunda frase sea más larga, la primera lo dice todo.
Es la palabra favorita de los amantes o amante que tiene miedo de decir "te amo".

Hugo García Michel dijo...

Yo también te quiero, Denisia.

judith dijo...

Al día de hoy se ha perdido mucho el sentido de estas palabras "Te quiero" porque sobre todo en las redes sociales mucha gente se dice te quiero, te quiero mucho sin ton ni son, simplemente para que los demás se enteren, no sé si en un afán de protagonismo puro, eso cada quien lo sabe, pero antes se le decía a una persona te quiero porque realmente se sentía, no a toda las personas se lo podías decir. En fin que de cualquiere manera se siente bonito cuando alguien te dice "Te quiero".
Saludos. :)