miércoles, 31 de marzo de 2010

Un héroe para el bicentenario


Hablemos de cosas bonitas, como el homenaje que el Gobierno del Distrito Federal le brindará a ese verdadero prócer que es Cuauhtémoc Blanco, nada menos que en el Altar a la Patria de Chapultepec (¡hombre, faltaba más). El tributo a este prohombre que tanto le ha dado a la Nación tendrá lugar el próximo lunes 5 de abril y a este su humilde escribidor le faltan palabras para expresar lo que desde el fondo de su corazón siente al respecto.
¡Loor a los héroes que nos dan Patria! ¡Que el nombre del Cuauh sea grabado en oro en los muros del Palacio Legislativo y que al morir su cuerpo sea llevado a la Rotonda de los Hombres Ilustres! ¡Honor a quien honor merece!

martes, 30 de marzo de 2010

Stockhausen y sus derivados en La Mosca en la Radio


La emisión No. 26 de La Mosca en la Radio, por TuRadiOnLine, fue un programa muy diferente a lo habitual. Hablamos acerca del festival multimedia Electrovisiones y tuve como invitada a su encargada de prensa, Claudia Pallares, quien nos habló del mismo. La música elegida para escuchar a lo largo de la emisión -música muy poco convencional- fue de Karlheinz Stockhausen, John Zorn, Ryuichi Sakamoto, Amon Tobin, LCD Soundsystem, Frank Zappa and the Mothers of Invention, Jimi Hendrix, The Flying Lizards, Throbbing Gristle, los Beatles y Miles Davis. A ver qué les parece.

Escuchar programa aquí: (dar clic).

lunes, 29 de marzo de 2010

¿Viniles o vinilos?


No sé si ya escribí sobre esto, pero en La Mosca en la Pared (y ahora en La Mosca en la Red) están prohibidas algunas palabras por su incorrección gramatical, así se usen por desgracia de manera cada vez más común. Es el caso, por ejemplo, del horrendo verbo promocionar que si bien ya es aceptado por la Real Academia Española de la lengua, para mí es como si no existiera y siempre preferiré el mucho más adecuado y hermoso verbo promover. Otro término muy utilizado a últimas fechas, por la mala influencia del habla de argentinos y españoles, es aquel que se refiere a los discos de vinil y que los llama vinilos. En nuestro país, al material con que se fabrican esos discos se le conoce como vinil y al pluralizarse la palabra debe decirse viniles. Es cuestión de mera analogía. ¿Cómo se pluralizan las palabras terminadas en "il", como albañil, alfil, mandril, perfil y, claro, vinil? Pues albañiles, alfiles, mandriles, perfiles y, claro, viniles. En el español que hablamos en México siempre se ha dicho así, pero bastó conque algunos roqueros sudamericanos y españoles (cuya influencia se ha vuelto más perniciosa para nuestro idioma que la de los angloparlantes) hablaran de los vinilos para que borreguiles (de la palabra borreguil), muchos mexicanos adoptaran tan feo término (para no hablar de quienes hablan de el tornamesa en lugar de la tornamesa).

domingo, 28 de marzo de 2010

Tocada cumpleañera


Fue sin duda una buena tocada. La mejor en mucho tiempo. El Ruta 61 estaba lleno a tope. Podría pensarse que fue así porque era viernes, pero el propio Eduardo Serrano, a las nueve de la noche, me expresó su sorpresa al ver que ya había tanta gente a esa hora en la que normalmente el lugar permanece aún vacío. Podría pensarse que fue porque después de nosotros tocaría Vieja Estación, el excelente y estimado grupo argentino de blues que regresaba después de mucho tiempo al Ruta, pero cuando ellos tocaron -a medianoche- el lugar comenzó a vaciarse poco a poco. Podría pensarse que fue así porque convoqué a muchos amigos debido a que se trataba de mi cumpleaños, pero a esa hora, las nueve de la noche, prácticamente no había un solo conocido mío en las mesas. En fin, el caso es que a las diez y media de la noche que arrancamos, el bar estaba hasta el tope, ya con muchos amigos míos, y que Los Pechos Privilegiados, salvo un par de errores en "Amor brujo", tuvimos una actuación que gustó literalmente a propios y extraños. Yo me sentí muy a gusto, sobre todo con la respuesta y el calor de un público compuesto en un cincuenta por ciento por gente desconocida y que sin embargo nos arropó con aplausos y al final nos pidió otra canción en un par de ocasiones.
Entre los amigos y amigas que por ahí estuvieron, se encontraban María José, Mónica Isabel Pérez (la foto de este post es suya), Míriam Canales, la Guerotix, Tacho, Rafael Tonatiuh, la Nena Mounstro, Ricardo Rivera, todos mis alumnos del taller de rock y periodismo, Mauricio González, Laura Talavera, Miguel Preciado, Graciela, Aline Poulain y su amigo que siempre va con ella (mil perdones, no recuerdo su nombre), Dulce Chiang, Isadora Mora, Judith y su esposo, Juan Óscar Alsina y su chava... Claro, también estaban los de rigor: mi hermana Myrna (con Jorge, su esposo), los papás y el novio de nuestra baterista Carolina y mi preciosísima Denisse. En fin, si se me va alguien, mis disculpas. Como invitado tuvimos al Pelusa, quien se lució como siempre. En fin, una gran tocada y espero que a partir de ahora nos den más fechas en viernes.

sábado, 27 de marzo de 2010

¿Debe renunciar el presidente?*


Desde hace algunas semanas, tal vez meses, corre en las redes sociales de internet una propuesta para que el presidente Felipe Calderón renuncie a su cargo. Se argumentan diversas razones, sin que pueda evitarse el tufo a pejismo de quienes lanzan dicha proposición. No obstante, es un asunto a considerar: ¿debe renunciar el presidente?
Desde que inició su mandato, Calderón olvidó su principal propuesta de campaña (ser “el presidente del empleo”) y aconsejado quién sabe por quiénes, al parecer quiso legitimar su elección mediante el expediente de declarar una inesperada guerra contra los cárteles de la droga. Hubo quienes desde el principio opinamos en forma pública que era un desatino, pero el gobierno se lanzó militarmente contra el súbito enemigo y después de más de tres años de violencia infernal, los resultados no son los mejores y abundan los analistas que dan por perdida a esta guerra.
Sigo pensando que la mejor manera de legitimarse, luego de la cerrada votación que en julio de 2006 puso en duda su triunfo en las elecciones, habría sido que Calderón emprendiera una guerra contra el desempleo o por la educación y que todos los recursos gastados en armas, balas y movilización de las fuerzas castrenses hubiesen sido invertidos en la construcción de escuelas, hospitales, carreteras. Para mí fue un error. Sin embargo, no comparto la idea de que el presidente renuncie, ya que en estos momentos, dado lo inédita que sería semejante situación, se crearía un vacío de poder que no haría sino empeorar al ya de por sí descompuesto ambiente político.
Dado que no se ve por dónde pueda seguir funcionando la estrategia combativa contra el crimen organizado, tal vez un primer paso sería reestructurar a todo el gabinete de seguridad y llamar a gente con nuevas ideas, así se trate de integrantes de fuerzas políticas ajenas al PAN. Urgen soluciones imaginativas que alejen al país del fatídico circulo vicioso en el que se encuentra atrapado. A pesar de todo, todavía estamos a tiempo de evitar la hecatombe.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 26 de marzo de 2010

Hoy que cumplo cincuenta y cinco años


Dos canciones me vienen de golpe a la memoria para festejar los cincuenta y cinco años que hoy cumplo orgullosamente: "Volver a los diecisiete" de Violeta Parra y "Ol'55" de Tom Waits. La primera, porque en su primera línea dice: “Volver a los diecisiete, después de vivir un siglo” y sí, aunque no cunplo una centuria sino la mitad de ésta más cinco años, desde hace mucho que siento como si hubiese vuelto a los diecisiete, sólo que corregido, aumentado y, sobre todo, mejorado. Porque decir cincuenta y cinco años suena a mucho, a una gran losa sobre las espaldas, a sentirse un veterano que ya no tiene gran cosa que dar o que ofrecer o de qué ilusionarse, al contrario de un joven de diecisiete que ve las luces deslumbrantes de muchos caminos que se abren frente a él. Yo, hoy mismo, me siento mucho más como ese muchacho imberbe que como un viejo que se asoma a sus ultimos años. Aunque habrá quienes me digan que no, que ya le pare, que me resigne a llegar hasta donde he llegado (cualquiera que sea ese lugar o cualquiera que sea ese momento), mi ánimo es muy otro y estoy como si mi vida apenas comenzara.
Tengo cincuenta y cinco años, sí, pero no me siento de esa edad ni por asomo. Veo por ejemplo a muchos de mis vecinos, algunos diez o veinte años más jóvenes que yo, y todos parecen señores y señoras cuya vida se ha detenido en la rutina y el conformismo, en el tedio y los convencionalismos. Son mucho más viejos que yo, a pesar de que cronológicamente no lo sean, pero su actitud es adulta…, en el más deprimente sentido del término. Peor aún: conozco a treintañeros y hasta a veinteañeros que ya se sienten acabados y sin motivos para vivir, a quienes la amargura y una especie de odio vital han podrido de manera prematura. Todos ellos son más ancianos que yo.
A mí me encanta estar cumpliendo hoy medio siglo y un lustro y hacerlo pleno de proyectos e ideas, de planes e ilusiones. Me siento una persona dichosa y querida, estoy rodeado de gente a la que amo y me ama. No tengo rencores contra persona alguna y me divierte trabajar en lo que trabajo que es como un juego y además un juego creativo. Tengo a dos hijos maravillosos que son mis mejores amigos y con los cuales mantengo una relación de gran confianza, generosidad y respeto. Tengo a una bellísima novia de diecinueve años (que en mucho contribuye a que me sienta joven, claro) y al menos a una treintena de amigas preciosas (veinteañeras y treintañeras en un noventa por ciento), con quienes puedo seguir cerca y que también me mantienen feliz. Tengo pocos pero excelentes amigos hombres y sobre todo me tengo a mí mismo, alguien con quien simpatizo y con quien me llevo muy bien cuando me encuentro solo. Mi incapacidad para aburrirme es otro factor que me mantiene activo (y a veces hiperactivo).
A nivel laboral, poco a poco me recupero de los golpes económicos sufridos en 2008 y 2009. Trabajo en lo que me gusta: la escritura, el periodismo, la edición, la música. Colaboro en un diario espléndido (para mí el mejor de México) como Milenio, escribo para tres revistas y cinco blogs (aunque a cuatro los he tenido muy descuidados), coordino el blog musical de la revista Nexos (Acordes y desacordes), conduzco un programa de radio en internet (La Mosca en la Radio) y he logrado que La Mosca en la Pared subsista por medio de La Mosca en la Red, misma que dirijo, coordino y edito, lo que mantiene abierta y viva la posibilidad de que tarde o temprano regrese la publicación de papel, aunque la experiencia en el ciberespacio me parece fascinante y enriquecedora.
Dentro de todo lo anterior, me doy mi tiempo para leer libros, ver películas y escuchar mucha música nueva y mucha música intemporal (porque la buena música, como la buena literatura, el buen cine y el buen arte en general son intemporales).
Están también, por supuesto, mi actividad como músico, con Los Pechos Privilegiados, que empiezan a tomar un segundo aire y cuyo primer disco ya se vislumbra en el horizonte (pronto he de retomar asimismo el proyecto de Gatos de Arrabal) y mi actividad como escritor, con la posibilidad de reeditar mi primera novela (Matar por Ángela) y de editar por fin la segunda, cuyo nombre no revelaré todavía.
En fin, ¿cómo quejarme de la vida, de mis cincuenta y cinco años de edad, si mantengo la energía existencial, laboral, creativa y hasta sexual (¡jo jo!) de un hombre varias décadas más joven? Estoy afortunadamente sano en lo físico, lo mental y lo emocional y trataré de seguir dando mucha lata.
Respecto a la canción “Ol’55” de Tom Waits, me vino a le memoria sólo porque habla de ese número, el cincuenta y cinco, los años a los que felizmente estoy llegando este 26 de marzo.

jueves, 25 de marzo de 2010

Otro barbarismo


Lo he escuchado y le he leído ya en varias ocasiones y es un horror: "Soy de los que creo que...". ¿Soy de los que creo o soy de los que creen? Es increíble que no se vea la obvia concordancia o cuando menos se infiera la analogía: si soy de aquellos que creen algo, entonces lo correcto es decir "soy de los que creen" o "soy de los que piensan" o "soy de los que opinan", etcétera. Pronombre plural en tercera persona (los que) que se conjuga, en consecuencia, como tercera persona del plural (creen). Así de simple... y así de bárbaro el modo como no se aplica la regla.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Final del taller de rock y periodismo


Luego de veintiún sesiones, hoy llegó a su fin el Taller de rock y periodismo que impartí en Baktún Arte y Cultura. Entregamos constancias y creo que el balance resultó bastante bueno para todos. Aún no sé si daré otro curso o si seguiré con los mismos alumnos para ver con mayor detenimiento algunos temas que por falta de tiempo no cubrimos con la debida profundidad. Ya se verá. Pero estoy contento por haber llegado al final de esta parte del camino con gente inteligente, talentosa y sobre todo de gran calidad humana. Hoy puedo decir que tengo a varias nuevas amistades (con quienes celebraremos este final de curso el viernes próximo en el Ruta 61, en la tocada de los Pechos Privilegiados).

martes, 23 de marzo de 2010

La Mosca en la Radio 25


Hoy reanudamos actividades en La Mosca en la Radio, con el programa número veinticinco, dedicado a los músicos que han cometido suicidio y las razones o sinrazones que han tenido para decidirse a ello. Hablamos y escuchamos canciones de personajes suicidas como Chet Baker, Elliott Smith, Nick Drake, Kurt Cobain, Vic Chesnut y Mark Linkous. También pusimos temas en cuyas letras se habla de una manera u otra sobre el suicidio, piezas de Queen, David Bowie, Pearl Jam, R.E.M., Johhny Mandel y Gilbert O'Sullivan. Cerramos con Johnny Cash. Dejo la emisión a consideración de ustedes y espero que la disfruten.

Dar click aquí para escucharlo: De músicos suicidas.

lunes, 22 de marzo de 2010

Los Pechos Ol'55


No todos los días se cumplen 55 años de edad y yo voy a cumplirlos este viernes 26 de marzo, hecho que celebraré con una tocada de blues, soul, funk y negro rocanrol, al lado de mi banda, Los Pechos Privilegiados y de mis amigos (y enormes músicos) de Vieja Estación (estarán ellos y no Señoritas de Aviñón).

Te espero ahí esa noche, para abrazarnos no sólo en lo afectivo sino en lo musical. La cita es en punto de las nueve y media de la noche, en Baja California 281, casi esquina con Avenida Nuevo León, en la colonia Hipódromo Condesa.

Los Pechos Privilegiados son:

Leyla Rangel: Voz y coros
Giuliana Vega: Voz y coros
Jorge González: Bajo
Carolina Rayes: Batería
Mauricio Mayén: Guitarra líder
Hugo García Michel: Voz, guitarra y armónica

Invitados de lujo:
María Emilia Martínez: Flauta
Hernán Silic "Pelusa": Armónicas

domingo, 21 de marzo de 2010

Una muy mala visión de los sesenta


Hoy en la tardenoche fuimos Denisse y yo a ver una obrita de teatro amateur llamada El voceador de los sesenta. Vaya cosa inconexa, primaria, aburrida y, lo peor de todo, desinformada. La estructura es tan simple como dividir al escenario en dos partes, colocar de un lado a un grupillo de rock (de nombre Nostalbeat) y del otro a una actriz, nuestra mutua amiga Dharia Lesin en el papel del improbable voceador. Se supone que éste nos iría contando la historia de la sobrevaloradísima década sesentera y que el grupo se encargaría de ir musicalizando a la misma. Sin embargo, lo que se dice (en la primera parte de la obra) acerca de esos años no son sino obviedades e idealizaciones sobre el flower power, mientras que de las veinticuatro canciones seleccionadas sólo diez pertenecen a los sesenta y las otras catorce son de los setenta e incluso de los ochenta. ¿Cómo entender semejante incongruencia? ¿Por qué meter temas como "Dust in the Wind" (1977), "Dream On" (1973), "Hotel California" (1977) o "More than a Feeling" (1976), cuando en el decenio supuestamente homenajeado hay tantas canciones emblemáticas que hubieran funcionado a la perfección? ¿Ignorancia del autor de la obrita, del director, de la bandita que se hizo cargo del material musical? ¿Se quiso hacer atractivo y comercial el repertorio para que la gente identifique las melodías? ¿Por qué no recurrir entonces a composiciones tan conocidas como "Happy Together" de The Turtles, "Born to Be Wild" de Steppenwolf, "The Letter" de los Box Tops o "Mellow Yellow" de Donovan, por ejemplo? En fin. Para acabarla, en la segunda parte, el voceador fue sustituido por una lectora de poemas y cartas (la propia Dharia), ninguno de los cuales respondía a la idea de la obra y ni siquiera había sido escrito en los sesenta. Textos de Jack Kerouak, Neal Cassady y Charles Bukowski (!?). ¿Por qué no de Allen Ginsberg, de José Emilio Pacheco, de José Agustín o de Parménides García Saldaña? En fin, terrible. En cuanto al grupo musical, Dios mío: cuatro chavitos sin idea, llenos de desafinaciones, torpezas, equivocaciones, desacoplamientos, pero eso sí: con actitud de divas, en especial el guitarrista (malísimo, pero hasta hizo la finta de tocar con los dientes) y la muy limitada vocalista. El público que medio llenó el foro del Centro Cultural Ana María Hernández, en Coyoacán, aplaudió a rabiar, pero estaba conformado casi en su totalidad por parientes y amigos de los actores y los músicos. Triste "homenaje" a una década que se merece algo siquiera decente. Mal, muy mal.

PD: El final de la obra es de antología, con una escalofriante (en el peor de los sentidos) versión de "Somebody to Love" de Queen (¿no habría sido mejor culminar con el "Somebody to Love", plenamente sesentero, de Jefferson Airplane?). Quiso ser una finalización apoteósica y acabo por ser, como bien la definió Denisse..., desastrósica.

sábado, 20 de marzo de 2010

Patylú contra La Gaviota*


Lo primero que pensé al enterarme de la inminente boda entre César Nava y la cantante (es un decir) Patylú es que se trataba de una broma o que, de ser cierto el dato, el presidente del PAN se estaba poniendo de pechito para que algunos columnistas gandallas lo agarráramos de barquito e hiciéramos cera y pabilo de su persona. Sin embargo, luego de pensarlo un poco y poner al futuro matrimonio en contexto, llegué a la conclusión de que quizá se trate de un acto de alta política.
Hagamos un ejercicio especulativo. A Nava le quedan algunas semanas como mandamás panista y muy posiblemente sea colocado como titular en alguna secretaría de estado, lo cual lo convertiría ipso facto en presidenciable. De ser así, al casarse con una integrante más o menos notoria de la farándula (aunque sea la farándula más fresa), se coloca por ese lado en igualdad de circunstancias con la carta fuerte del PRI en la misma carrera por los Pinos, Enrique Peña Nieto, quien no oculta a su compañera, la actriz Angélica Rivera, mejor conocida como La Gaviota.
Cual si se tratara de un concurso de popularidad, al unirse con la intérprete de esa canción emblemática de la ñoñez universal que es “La vaca Tomasa”, el buen Cesarín podría ganar una buena cantidad de simpatías en los sectores más cuadrados de la juventud y –seguro– entre los fans del grupo Jeans (si es que existen). Así pues, la carrera por la presidencia de la república podría estar basada no en programas y propuestas políticas, sino en elegir a la primera dama de mayor carisma televisivo. Lo dicho: pura alta política.
Mientras Patylú y La Gaviota no salgan con declaraciones como las recientes de Paquita la del Barrio o Yeidckol Polevnsky, las cosas podrían ir bien para sus respectivos cónyuges. Pero si a alguna se le ocurre razonar (es otro decir) como el diputado priista Cristian Vargas, entonces sí que puede arder Troya.
En cuanto al PRD, creo que Andrés Manuel debería irse buscando a una compañera del mismo calado. ¿Qué tal Fanny Lu, ya que Jesusa Rodríguez dejó de estar disponible?

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 19 de marzo de 2010

Un tranvía llamado deseo


Denisse se quedó este fin de semana conmigo y hoy por la noche vimos en DVD una película que le regalaron en la escuela de teatro... ¡y qué película! Todo un clásico de la historia del cine: Un tranvía llamado deseo de Elia Kazan, con las actuaciones de Marlon Brando, Vivien Leigh, Karl Malden y un grupo de actores excepcionales. Nunca había tenido ocasión de verla y aunque no me parece a la altura de otras cintas de Kazan, en especial de la extraordinaria Al este del paraíso que consagrara a James Dean, de todos modos me pareció un gran filme. Con una perfecta fotografía en blanco y negro, la historia de Tennessee Williams es llevada al cine con toda su crudeza y la actuación de la Leigh como Blanche Dubois es impactante. Brando está bien, pero no creo que sea el más destacado del elenco (Malden, por ejemplo, está increíble como el inseguro y patético Mitch). En fin, una gran noche cinematográfica en casa.

jueves, 18 de marzo de 2010

¿… y dónde está El Pantera?


Hace exactamente veintitrés años, a principios de 1987, El Pantera entró en mi vida. Lo hizo de manera impensada, inesperada, pero altamente satisfactoria y divertida. Me explico.
En plenos años ochenta, El Pantera era una de las historietas más exitosas de editorial Vid, la misma que producía a Memín Pingüín, Lágrimas, Risas y Amor y Rarotonga, entre muchos otros títulos. Yo tenía cuatro años de colaborar como “argumentista” (es decir, guionista) para dicha empresa. Hasta ese momento, El Pantera era escrito por su creador, Daniel Muñoz (Q.E.P.D.), a quien tuve oportunidad de conocer por ese entonces. Por cuestiones de dinero, Muñoz se peleó con los directivos de aquella editorial (es decir, la familia De la Parra) y se fue con sus cosas a otra parte. Sin embargo, los derechos de El Pantera pertenecían a Vid y una mañana, sin decir agua va, Jorge Morett, uno de los directores de la compañía, me puso ante la disyuntiva de hacerme cargo de los guiones de aquella historieta semanal. La oferta resultaba muy atrayente, todo un reto que acepté luego de algunas consideraciones de tipo ético (¿era correcto tomar la historieta de un compañero que se había ido? ¿No me convertía con ello en una especie de esquirol?). En fin.
Escribí treinta y tantos capítulos de El Pantera. No hice más porque diez meses después de irse, Daniel Muñoz se congració con los altos mandos de la editorial y regresó a hacer la revista, por lo cual me la quitaron del mismo modo intempestivo como me la habían dado. No obstante, pude conocer a fondo la personalidad del personaje, un tipo dicharachero (su jocoso lenguaje y sus frases eran de antología), contradictorio (era valiente pero de repente se acobardaba), galán (no había mujer que se le fuera viva), inteligente (o más bien lleno de mañas y astucia) y sobre todo de extracción eminentemente popular. La historieta se vendía muy bien porque la gente se identificaba con Gervasio Robles, El Pantera, y su segundo de a bordo, El Gorda con Chile (así se llamaba, lo juro).
Todo lo anterior viene a colación porque cuando Televisa estrenó hace tres años –en su efímera barra Series hechas en México de Canal 5- la versión televisiva de El Pantera, la verdad me decepcionó. Yo esperaba algo mucho mejor y mucho más apegado al espíritu del personaje. Pero ese Pantera era otra cosa. Ahí, el humor ocurrente de Gervasio Robles simplemente no existía. A cambio, teníamos a un sujeto frío, desangelado, sin la apostura de barrio del original, un héroe (es un decir) sin el menor chiste y sin chispa alguna que se desempeñaba en un Centro Histórico capitalino sórdido, miserable, sucio, de tonalidades sepias, lleno de drogadictos irredentos, delincuentes malotes y prostitutas vulgares. Todos muy feos, por cierto.
Flaco favor le hizo El Pantera (la serie) al Distrito Federal, al presentarlo como un verdadero infierno, como una ciudad inhabitable y peligrosa, algo así como la Tijuana que mostraba la película Traffic de Steven Soderbergh (2000), sólo que esa visión era la que tienen muchos gringos de México y en el caso de El Pantera se trataba de mexicanos que hicieron lo propio y lo hicieron con una propuesta estética más tremendista y deprimente que película de Arturo Ripstein.
Para colmo, el programa apareció como “basado en un comic”, sin dar el debido crédito al buen Daniel Muñoz, quien desde la tumba no podía protestar ante (como diría el original Pantera), esa chacalada. Por cierto, ¿a quién le habrán pagado los productores por los derechos del personaje?

miércoles, 17 de marzo de 2010

Ni la casualidad es casual


Algún día abundaré debidamente en el tema, pero soy un convencido de la existencia del destino y de que todo lo que vivimos es porque así ha de ser. De hecho, una de mis frases de vida es "Lo que va a ser, va a ser y lo que no va a ser, no va a ser". Por eso me llamó la atención un par de líneas dentro de la novela Vida con mi viuda de José Agustín (Joaquín Mortiz, 2004, pp 249), misma que estoy a punto de terminar, y que a la letra díce así: "Obviamente no había nada casual, circunstancial. Nada sucedía porque sí en este mundo milimétricamente predestinado, ni la casualidad era casual, de eso estaba segura". Lo suscribo.

martes, 16 de marzo de 2010

No se hizo la luz


Inesperadamente, la emisión de hoy de La Mosca en la Radio, con el tema de la música y el suicidio, debió suspenderse porque en la zona donde se ubican las nuevas instalaciones de TuRadiOnLine se fue la luz a lo largo de varias horas. Hice acto de presencia y estuve en espera al lado de Lorna y de Ángel, mientras platicábamos gratamente, pero al darnos cuenta de que era inútil seguir aguardando, decidimos cancelarlo por hoy y trasladarlo al próximo martes 23. No se lo pierdan, la música para esa ocasión está muy buena.

lunes, 15 de marzo de 2010

Un año cinco meses...


... o sea, diecisiete cómodas mensualidades. Eso es lo que hoy cumplimos Denisse y yo de estar juntos. En abril alcanzaremos el año y medio, aunque nos tomará lejos geográficamente, ya que ella se ausentará algunos meses del Distrito Federal por cuestiones escolares. Lo celebramos tranquilos y muy contentos. El tiempo transcurre con inusitada rapidez.

domingo, 14 de marzo de 2010

Alicia en el mundo de Narnia


Cuando hace más o menos un año me enteré de que Tim Burton iba a realizar una nueva versión cinematográfica de Alicia en el país de las maravillas, a decir verdad me entusiasmé. La combinación no podía ser mejor: la imaginación visual del director de Mars Attacks! y Sleepy Hollow con la imaginación literaria de Lewis Carroll. Hoy que acabo de ver el resultado final de dicha combinación, sólo puedo declararme decepcionado. La versión de Alicia... que hace Burton abandona todo el espíritu de la obra original para llevarla a los terrenos de los clichés hollywoodenses más baratos y se va más por la pretendida espectacularidad de los efectos especiales que por la sustancia de la narración. Desde la premisa inicial (Alice, a los veinte años de edad, regresa a lo que ella llamó en su infancia Wonderland) todo es fallido y nos topamos con un relato confuso que da innumerables traspiés y que tiene lapsos francamente aburridos. Entre lo rescatable están algunas de las caracterizaciones, aunque me quedo toda la vida con las de la cinta que hizo Walt Disney en 1951. También se salvan las actrices Mia Wasikowska y Helena Bonham Carter, quienes dan vida con fortuna a una estupenda y bella Alicia y a una irónica y caricaturesca Reina Roja. Johnny Depp, en cambio, está en un miscast y su rol como el Sombrerero Loco me parece exagerado y sobreactuado, aparte de sentimentaloide y pesado. El colmo del ridículo llega al ver a Alicia convertida en una especie de princesa guerrera que espada en mano enfrenta y vence al monstruoso Jabberwocky. De pena ajena. En fin, no queda mejor solución que olvidar lo visto y refugiarse en la relectura de la obra de Lewis, ese admirado admirador de infantas.

sábado, 13 de marzo de 2010

Magritte en San Lázaro*


La fascinación que provoca la obra pictórica del artista belga René Magritte está basada en el absurdo, en la contraposición de elementos dispares en un canto irónico, aunque muchas veces amargo, a la surrealidad en la cual los seres humanos estamos inmersos. No deja de parecer entonces algo lleno de ironía el que se anuncie la inauguración, en el Palacio de Bellas Artes, de la muestra El mundo invisible de René Magritte, justo en el momento en que en nuestra inefabilísima Cámara de Diputados acaba de darse una muestra más de ese surrealismo político que nos ha dado fama mundial, cuando priistas, panistas, perredistas y chiquillada que los acompaña se enfrascaron en un apasionado aunque no del todo apasionante combate de insultos, improperios, calumnias y denuestos dignos de un torneo de albures o de una lucha a muerte de la WWE en su modalidad Extreme Rules.
Muy en especial, las huestes de Beatriz Paredes y de Cesarito Nava, encabezadas por ellos mismos, dieron un ejemplo de lo que no debe ser un Congreso. Burdos, groseros, vulgares, altivos, los legisladores ofrecieron un espectáculo que incluyó a la diputada del PAN María Elena Pérez de Tejada, quien se lanzó al vacío y sin red de protección para acusar a Enrique Peña Nieto de “haber matado a su mujer”. Así, sin pruebas, nada más porque, según ella, “lo dicen muchos medios”. Órale con Malena.
De ese nivel estuvo el debate (es un decir) y son muchos quienes se lo han tomado en serio y se han indignado con el mismo. A cuantos se desgarran las vestiduras luego de semejante demostración (anti)parlamentaria, yo les diría que no hagan corajes y lo vean desde ese lado cómico que desde hace mucho han mostrado los políticos mexicanos, en su admirable misión de cuando menos hacernos reír con sus puntadas y gracejadas mil.
Molestarse como el presidente Calderón, porque lo sucedido el miércoles pasado en San Lázaro es una “degradación de la política”, no tiene caso alguno. En México la polaca es relajo, es diversión, es farándula carpera.
Hay que entenderlo así o nos vamos a amargar toditos.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 12 de marzo de 2010

Slumdog Millionaire


Hoy en la noche, Denisse y yo vimos en la tele Slumdog Millionaire (creo que en México se llamó Quiero ser millonario o algo así). La dirige Danny Boyle y es una estupenda película. Nos gustó mucho en todos sentidos: por su trama, sus actuaciones, sus ambientaciones, su fotografía, su edición, su música. Los chavos hindúes que participan, desde los más pequeños hasta los que hacen a los personajes conforme van creciendo, son todos magníficos. Por otro lado, la corrupción y ese lado oscuro y delincuencial de La India (concretamente de Bombay -o Mombay, como se le dice ahora) que retrata el filme es muy semejante al de México y sus ciudades (y su televisión abierta, tan chafa). Una joyita que nadie debería perderse.

jueves, 11 de marzo de 2010

Alejandro González Rubín


Fue sin duda mi mejor amigo de la infancia. Vivíamos en la misma cuadra, en la calle de Magisterio Nacional, en el pueblo de Tlalpan, a escasas dos cuadras del centro. Debo haberlo conocido en 1961, cuando ambos entramos a primero de primaria, en el Colegio (¡de monjas!) Hernán Cortés (of all names). Él era un niño correctísimo (más aún que yo) y catoliquísimo (mucho más aún que yo). Nos llevábamos bien, aunque él tenía un carácter disparejo que hacía que muy seguido nos enojáramos. Sobrino nieto del millonario empresario español Santiago Galas (de amplia fama entre los tlalpeños), vivía en un enorme conjunto de casonas familiares que ocupaban casi media manzana. Como amigos, pasamos cerca de diez años (toda la primaria -aunque en quinto él se fue al Simón Bolivar y yo al Espíritu de México- y la secundaria -él en el mismo Simón Bolívar y yo en la 29, de gobierno). Su padre se llamaba Florencio y su mamá Guillermina. Su hermano mayor era Guillermo (homosexual, aunque en aquella época eso no se podía decir) y a su hermana menor le decían Bibi. Tenía un perro bóxer maravilloso en su nobleza (el Iru), al que a veces trataba mal y yo defendía. Jugábamos a mil cosas, desde futbol hasta canicas y vaqueritos. Con él y otro amigo, Gerardo Aguayo (quien luego se iría a vivir a Guadalajara) formamos un grupo de rock con guitarras de triplay y ligas a manera de cuerdas y una batería de cajas de cartón y platillos de lámina que nosotros mismos construimos. Poníamos discos de cuarenta y cinco revoluciones y hacíamos la mímica de que tocábamos, sobre todo música de los Monkees (él era David Jones y yo, Mike Nesmith, gorrita de estambre incluida), nuestros ídolos de aquel tiempo (era 1966 o 1967). Teníamos como club toda una de aquellas casonas (la maravillosa casa vacía, a la cual sigo recordando como un verdadero paraíso y que si en mí estuviera la posibilidad, adquiriría sin duda hoy mismo). Luego la casa fue ocupada por un tío suyo y nos refugiamos en un cuarto del sótano de la casa de los González Rubín, donde por cierto pinté un mural con los personajes del Submarino Amarillo de los Beatles (ya para entonces nuestros nuevos ídolos en lugar de los fraudulentos Monkees). Lo hice con pinturas Vinci y la verdad es que quedó muy bien. Me pregunto si todavía existirá. Él y yo estudiábamos inglés juntos, en una casa de la misma cuadra, con la Miss Arnold, nuestro primer símbolo sexual, ya que le encantaba cruzar las piernas y mostrar sus muslos, lo cual nos provocaba fantasías eróticas sin fin. También pasábamos horas asomados a una barda, al final del inmenso terreno que nos servía de escenario para múltiples juegos y para andar en bicicleta. Desde ahí veíamos pasar los coches, muchos de ellos conducidos por mujeres en minifaldas que nos deleitaban al mirarles los ligueros de las medias. Ciertamente terminamos por ser unos preadolescentes muy calenturientos. Yo era cada vez menos católico y él en cambio lo era más. Tanto que entró como baterista al grupo musical que tocaba en las misas de Santa María de los Apóstoles y nos fuimos distanciando. Yo empezaba a tocar la guitarra y a juntarme con otros amigos. Todo ello por ahí de 1969 y 1970. Desde entonces lo vi muy pocas veces y hoy no tengo idea de lo que fue de él. Supongo que se habrá casado y tendrá hijos, aunque no sé qué estudió. Lo recuerdo porque hoy es día de su cumpleaños número cincuenta y cinco (nació exactamente quince días antes que yo, el mismo año). Me encantaría verlo para saludarlo y ponernos al día. Fue mi mejor amigo de la infancia: aquel güerito, delgado y bajito llamado Alejandro González Rubín.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Los villanos del mundo también usan iPod*


¿Cuál es la música favorita de algunos de los más destacados dictadores del planeta?

Debido a su inequívoca pasión por los reflectores, su evidente gusto por la notoriedad, su claro afán por la estridencia y su abierta vocación por el reconocimiento de las masas, los políticos –aquí y en China- tienen mucho en común con las estrellas de la música pop. De hecho, podemos decir sin temor a equivocarnos que dentro de cada político hay un rockstar escondido. Ahí está el primer ministro británico, Gordon Brown, quien declara sin ambajes que escuchar a los Arctic Monkeys “realmente me hace despertar en las mañanas”. Es sabido que el ex presidente estadounidense George W. Bush gustaba de escuchar a The Thrills, mientras que en el iPod de Barack Obama, el hip-hopero Jay-Z ocupa un sitio preferencial.
Muy interesante resultaría saber cuál es la música que escuchan cotidianamente los políticos mexicanos. ¿Qué habrá, por ejemplo, en los iPods de Manlio Fabio Beltrones, César Nava, Jesús Ortega o el Niño Verde? Misterio. Del presidente Calderón, conocemos su gusto por ciertas canciones rancheras y su mal gusto por Ricardo Arjona, mientras que a Vicente Fox le gustaba Mijares. Pero, ¿qué oyen en sus noches íntimas y caseras personajes como Andrés Manuel López Obrador, Mariana Gómez del Campo, Elba Esther Gordillo, Gerardo Fernández Noroña o Ariel "El Chunko" Gómez León? Qué mórbida curiosidad nos corroe por saberlo.
Una pregunta semejante se hizo en fechas recientes el diario inglés The Guardian, con respecto a algunas de “las menos saludables figuras políticas del planeta” y sus reporteros se pusieron a investigar sobre las posibles playlists contenidas en los iPods de estos personajes más o menos nefastos.
De ese modo, se sabe que Osama bin Laden, el líder de la organización Al Qaeda, a pesar de sus declaraciones acerca de que “la música es la flauta del diablo”, en sus adentros tiene una gran afición por Van Halen, B-52s y Whitney Houston. En serio. Según cuenta en su autobiografía la poetisa sudanesa Kola Boof, en 1996 fue comprada como esclava por Bin Laden, en Marruecos, cuando el hombre más buscado del mundo era todavía un junior árabe devoto de las fiestas que se pasaba el día escuchando a Van Halen y a B52s. “Aún hoy resuenan en mis sueños las notas de ‘Rock Lobster’ que él me obligaba a bailar, mientras me ordenaba: ‘¡Danza como una chica caucásica!’”, narra Boof en su libro. Sin embargo, la verdadera adoración de Osama no es por Alá sino por Whitney Houston, a la que llegó a considerar como “la más hermosa mujer que he visto jamás”. A decir de Kola Boof, Bin Laden quiso arreglar un encuentro con la intérprete de “I Will Always Love You”, comprarle una mansión en Kartum y mandar matar a Bobby Brown, el marido golpeador de la vocalista. Hasta ahora, no lo ha logrado.
Otro líder sempiterno de su país es el libio Muammar Abu Minyar al-Kaddafi, a quién le encantan no sólo los camellos y el cuscús, sino -sobre todas las cosas- las canciones de Lionel Ritchie. A decir de The Guardian, la gente de Libia aprende inglés con las letras de Ritchie (quien es amigo personal de Kaddafi) y en las fiestas familiares del moderado dictador, la canción que siempre se escucha es “All Night Long”.
Otros personajes “insalubres” que menciona el periódico británico son el líder iraní Mahmoud Ahmadinejad (fan del impensable baladista Chris de Burgh), el tirano de Swazilandia King Mswati III (quien adora a Joan Armatrading, Erykah Badu y Michael Jackson), el dictador de Zimbabwe Robert Mugabe (seguidor número uno de Cliff Richards), el inminente presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Nguema Obiang Mbasogo Jr. (hip-hopero de corazón) y el inefable líder norcoreano Kim Jong-il, quien es un clandestino admirador de Elvis Presley y nada menos que del gran “Mano lenta”, Eric Clapton, a quien en 2006 fue a ver secretamente durante una presentación en Japón y al que ya había visto en cuatro ocasiones en Alemania, cuando de joven estudiaba en Suiza. Lástima que los subditos de Kim en Pyongtang, la capital de Corea del Norte, tengan que conformarse con escuchar las aburridas marchas marciales escritas en su honor.

*Publicado hoy en la sección "El ángel exterminador¨de Milenio Diario.

martes, 9 de marzo de 2010

Canciones de desamor


Ese fue el tema del programa de hoy en La Mosca en la Radio. Se trató de la emisión número veinticuatro y fue la primera trasmitida desde las nuevas y muy cómodas instalaciones de TuRadiOnLine. Como Ángel Sixtos anda tambien en mudanzas, la operación técnica estuvo a cargo de Lorna López y Jessica, la conductora de La Serpiente de Adán y Eva que pasa los viernes a las siete de la noche. Con el programa de hoy, inauguramos nuevo horario, de seis de la tarde a ocho de la noche, y todo salió bien. La música estuvo muy variada y puse canciones de desamor de 10cc, Kaiser Chiefs, Bob Dylan, los Rolling Stones, Radiohead, Placebo, Weird Al Yankovic, Ben Folds, los Smiths, John Lennon, Phil Collins, Ani DiFranco, Lily Allen, Modest Mouse, The Mountain Goats, Basement Jaxx, Fionna Apple y Ugly Kid Joe. En cuanto tenga el podcast de hoy, lo subiré en seguida.

Pueden escucharlo si dan clic aquí.

lunes, 8 de marzo de 2010

El prurito de lo actual


En mucha gente existe el prurito de que lo único que vale es lo que se encuentra en la actualidad. Esto resulta muy evidente en el caso de la música, aunque también en los de la literatura, el cine y otras artes. Se cree que el pasado carece de importancia y no se ve que sin ese pasado, sin los antecedentes, no existiría lo que hay en el presente. Por ejemplo, algunos lectores de La Mosca siempre me han criticado ese afán mío por hablar del rock desde un punto de vista que lo contextualiza históricamente. Critican que mencionemos a la música de los cincuenta, los sesenta o los setenta, en lugar de centrarnos de manera exclusiva en lo que se está haciendo hoy día. Les parece cosa de viejos demodés el que nos importen tanto (y en ocasiones más) los Beatles, Frank Zappa, Jimi Hendrix o David Bowie como Franz Ferdinand, Arcade Fire, The xx o los Arctic Monkeys, por mencionar a algunos. No les cabe en la cabeza que aún nos fijemos en la música de los Doors o de Leonard Cohen, cuando según ellos todos nuestros esfuerzos deberían estar puestos en el nuevo disco de Gorillaz o el más reciente concierto de Ok Go. Tan importante hablar de aquellos como de estos. Negar el pasado nos impediría entonces escuchar la música de Bach, de Mozart, de Beethoven, de Satie o la de Miles Davis, John Coltrane, Charlie Parker o Thelonius Monk. Trasladado a las letras, tendríamos que leer sólo a los escritores del siglo XXI y olvidarnos de la gran literatura de las dos centurias pasadas y aún más atrás. A final de cuentas, como dijo alguien por ahí, para el buen escucha o para el buen lector, toda la música y toda la literatura, de cualquier época, son contemporáneas. Aferrarse a lo actual es no sólo empobrecedor y limitante, sino anticultural y francamente estúpido.

domingo, 7 de marzo de 2010

Mil días


Justo hoy, domingo 7 de marzo de 2010, cumplo mis primeros mil días de escribir de manera ininterrumpida en este blog, El rojo y el negro, que comencé el 12 de junio de 2007. Ha sido una labor muy satisfactoria y enriquecedora, sobre todo porque me ha permitido compartir con mucha gente diversas vivencias, intereses, opiniones, dudas, momentos, gustos, disgustos y demás. Gracias a quienes me leen. ¡Voy por los siguientes mil!

sábado, 6 de marzo de 2010

Felipe en el país de las maravillas*


La del pasado jueves fue para mí una de las imágenes más elocuentes y clarificadoras del actual sexenio, una que me pintó de cuerpo entero la personalidad real del presidente de nuestro país, la esencia interna de Felipe Calderón Hinojosa. Verlo develar la Copa FIFA y luego tomarla en sus manos, con esa sonrisa y esos ojos de niño fascinado y sin malicia, resultó toda una revelación de la persona que se encuentra dentro del personaje público, del político, del mandatario.
Felipe Calderón parecía un niñote. No lo digo con afanes peyorativos sino meramente descriptivos. La manera como sujetó al hermoso trofeo y la forma como lo contempló, sólo pudo hacerlo alguien con espíritu infantil. Esto puede ser un elogio o no. Depende. Pero la mirada del presidente me dijo que hay en él un individuo cuya visión de la vida sigue teniendo buenas dosis de candor. Esto también puede ser un elogio… o no. Depende.
En un principio se dijo que nadie puede tocar la copa y que al hacerlo, Calderón se saltó las trancas y puso en estado de histeria a los encargados de custodiar a dicho trofeo. Sin embargo, luego se aclaró que los mandatarios de los países que está recorriendo el dorado grial futbolero sí pueden tocarlo y que, por lo tanto, no hubo violación al protocolo (en estos tiempos en que la palabra violación causa tanto escozor, sobre todo si recordamos las pedofílicas patoaventuras del padrecito Marcial Maciel).
Ver a Felipe Calderón con esa expresión de infante me descubrió que el presidente de la república está viviendo, a pesar del denso entorno que lo rodea, en una especie de país de las maravillas, aunque no ciertamente en la versión de Lewis Carroll y mucho menos en la de Tim Burton. Por eso tal vez mira a México con ojos distintos a los de quienes lo miramos de un modo más, digamos, pesimista, como si estuviéramos no en Wonderland sino en el Teatro Fantástico de Cachirulo.
En la visión del presidente, hay una luz al final del horrible túnel. Yo sólo le preguntaría: ¿había necesidad de edificar dicho túnel?

*Publicado hoy en mi columna "Bajo presupuesto" de Milenio Diario.

viernes, 5 de marzo de 2010

Third Watch


Llevo algunas semanas viéndola casi a diario, a las nueve de la mañana, por el canal Warner. La serie términó hace tiempo, pero es en verdad estupenda. Cruda, conmovedora, dura, implacable, violenta, tierna, entrañable. Grandes guiones, perfectas actuaciones, magnífica creación de personajes, austera fotografía, frenética edición, impecable dirección. La historia de un grupo de policías, bomberos y paramédicos que trabaja en el tercer turno del distrito 55 de la ciudad de Nueva York. Hay un capítulo en especial que es un dechado de técnica cinematográfica aplicada a la televisión, pero sobre todo una obra maestra artística. "A Call for Help" se llamó ese capítulo, en el cual, durante cincuenta minutos, no hay un solo corte de edición y la narración fluye de manera perfecta, con la cámara que sigue a los personajes y va de uno a otro sin pausas, sin dudas y, como ya dije, sin un solo corte. Impresionante. Si pueden verlo, no lo duden. Aquí les pongo la parte uno. Pueden seguir las otras en You Tube. Third Watch es una serie fenomenal. Quiero buscarla en DVD en sus seis temporadas.

jueves, 4 de marzo de 2010

Explicación radiofónica


El martes pasado no hubo programa de La Mosca en la Radio por dos motivos: 1. La gripe volvió a atacarme. 2. Como TuRadiOnLine se cambió de domicilio, aún quedan detalles técnicos que resolver para lograr una buena trasmisión. Así pues, el próximo 9 de marzo se reanuda la emisión moscosa con el tema "Canciones de desamor". Creo que va a estar bueno. Ahí los espero en nuestro nuevo horario de las seis de la tarde.

miércoles, 3 de marzo de 2010

¡Mare!


Hace un par de semanas, a la gobernadora priista de Yucatán, Ivonne Ortega (sí, la misma a quien sacan bailando en un divertido promocional de Milenio TV), se le ocurrió asistir a una función de box en la capital de su estado. Al ser descubierta por el respetable, se soltó una chifliza tremebunda que hizo que la góber saliera de la arena más rápido de lo que llegó. Sobra decir que iba furiosa y que su berrinche habría de tener consecuencias.
El incidente se convirtió en la comidilla del día entre los yucatecos y a algunos boshitos ingeniosos se les ocurrió sacar a la venta las mencionadas camisetas con el letrero “Yo chiflé a Ibom”. Apenas se enteró doña Ivonne, ¡mare!, montó en cólera e hizo que la policía emeritense (que tal es el gentilicio de los nacidos en Mérida) arrestara a los ninios que las vendían y es hora de que siguen encerrados, a pesar de las crecientes protestas de la gente y la indiferencia de la señora gobernadora, de quién se dice: “La busco, la busco y no la busco”.
¿Por qué la mandataria no mostró más inteligencia y se fue a comprar una de esas camisetas, para mostrar que es tolerante y campechana (aunque sea yucateca)? Simple: porque los políticos en general –y peor los mexicanos– no suelen tener sentido del humor y fácilmente se convierten en jarritos de Tlaquepaque.

lunes, 1 de marzo de 2010

Chismes finsemanales


Fue un buen fin de semana, aunque hoy amanecí agripado y tuve que cancelar la sesión del taller de rock y periodismo (ya sólo faltan seis clases para terminarlo). El sábado en la noche vinieron un rato a la casa América Pacheco y Rafael Tonatiuh y la charla fue bastante divertida. Debo decir que nos vimos muy chismosos y salieron a relucir cosas de diferentes personas conocidas de los tres (y en algunos casos gente bastante conocida) que no puedo anotar aquí pero que nos sorprendieron y/o nos hicieron reír mucho. Estuvo bueno el lavadero. El domingo fui a Tlalpan y estuve con mi mamá y en la casa de Rosa, donde estaba Alain. Todo muy tranquilo. Cuando regresé, ya Denisse se encontraba aquí, luego de su fin semanal en casa de su mamá. La verdad es que a esas horas la gripe aún no se hacía presente en mí y fue hasta hoy por la mañana que se manifestó. Ni hablar (la ilustración a la derecha es del gran Norman Rockwell).