viernes, 31 de diciembre de 2010

2010, un breve balance personal


Termina el año, termina la década. En lo personal, tuve dos pérdidas fuertes en 2010. La de mi hermano Sergio (ver foto), quien falleció a mediados de septiembre y cuya muerte aún no acabo de digerir, y la de mi relación sentimental con Denisse, aunque la separación no signifique rompimiento y la amistad y el cariño se conserven prácticamente intactos. Fuera de esos dos hechos más que tristes, los más recientes doce meses fueron bastante más positivos que los de 2009. En lo económico, la mejora fue leve pero satisfactoria. En lo sentimental, aunque significó el fin de mi relación formal con la Denixxxia, fue uno de los años en los que conocí a más nuevas amigas (gracias sobre todo a facebook, debo decir). A algunas aún no las he visto en persona, pero a otras sí y ha sido, en la gran mayoría e los casos, una experiencia espléndida. Puedo mencionar al respecto los nombres de nuevas amigas como Maggie, América, Laura, Ana Laura, Mónica Isabel, Mariana, Inna, Violeta, Ana María, Mildred, Maya, Amelie, Lily, Elizabeth, Graciela, Bárbara, Yuli, Aura, Xana, Jennifer, Dalia y las hermanas (y grandes cantantes) Ingrid y Jennifer Beaujean. Otras que se han vuelto amigas virtuales y a quienes espero conocer pronto son Yess, Abi, Karen, Sol, Xóchitl, Marie, Dani, Adriana, Érika, Itzel, Sahilé y Ana V, entre otras.
La Mosca en la Red se ha ido consolidando poco a poco, aunque sé que aún le falta mucho. Pero lo importante es que el sitio siga vivo y que poco a poco vaya mejorando. La posibilidad de que la revista vuelva a salir en papel sigue siendo remota, aunque no absolutamente imposible. Mucho dependerá de cómo camine la economía en 2011.
Milenio sigue cada vez mejor (saludos a Ciro, a Marín, a Rafa Ocampo, a Claudia Amador, a Guillermo, a Susi Moscatel, a Roberto Velázquez, a Roberto López et al) y fue este año también que empecé a colaborar en la revista Nexos y a coordinar su blog de música, “Acordes y desacordes”. Entrar a Nexos me permitió conocer, entre otra, a gente magnífica, generosa y amabilísima como Héctor Águilar Camín, Héctor de Mauleón, César Blanco, Kathya Millares, Mateo Aguilar, Alicia Ortega y Adriana, la guapa recepcionista.
Mis hijos están muy bien, mi mamá también y lo mismo puedo decir de mis dos familias: los García Michel y los Hellion. Mis amistades de siempre siguen ahí, aunque nos veamos poco: Adolfo Cantú, Fernando Rivera Calderón, Verónica Maza, Karem Martínez, María José Cortés, Yuriria Pantoja, Isadora Hastings, Claudia Sánchez, Yareni Torres, Diana Barreto, Eusebio Ruvalcaba, José Agustín, Margarita Cerviño, Sergio Monsalvo, Jorge Soto, Kattia Hernández, Fedro Carlos Guillén, Federico Cantú. También amistades entrañables como Tatiana Maillard, Talía Chavira, Eduardo Limon, Giuliana Vega, Letto, Lupita Rosas, Toño Ledezma, Rafael Tonatiuh, Jairo Calixto Albarrán, José Luis Martínez, Alicia Quiñones, Tacho, Elena Santibáñez, Brenda Hernández, Nancy Zahmer, Dulce Chiang, Ángel Sixtos, Lorna López, José Luis García Agraz, Juan Tovar, Jimena Colunga, Scheherazade Orozco, Leticia Zwittag, Míriam Canales, Sylvia Estrada, Paula Watson, Martín Durán, Lilián López Camberos, Sandra Guevara, Elizabeth Gallardo, Hopi, Jaime Flores, Germán Flores, Irma Larios, Liss, Claudia Elvira, Luna, Mariana Blanco, Jachen Duri, Jess Márquez, Angy, Mónica Romo, Karina Almaraz, Alejandro Meléndez, Moni Mateos, Fabiola Cantú, María Emilia Martínez, José Luis Domínguez, Iván Ríos Gascón, Isadora Mora, Alex Otaola, el Sr. González, José Manuel Aguilera, Jaime López, Mauricio Mayén, Démex, Adrianita, Eduardo Serrano, Juan Óscar, Andrés Soto, Aarón Olvera, Adrián López, Jorge González, Caro, Rafa Herrera y varias personas más que en este momento se me escapan.
Para 2011 hay en puerta varios proyectos (musicales, editoriales, periodísticos, de vida) que espero se materialicen.
Sólo me queda decir a quienes leen El rojo y el negro: gracias por su compañía a lo largo de estas doce mensualidades, los espero en las que siguen… ¡y feliz año nuevo!

jueves, 30 de diciembre de 2010

Otra foto


Me la hizo llegar hoy Hugo López, hijo del maestro Froylán López Narváez, con quien a principios de septiembre grabé un programa de la serie Mi otro yo de Radio Educación. Aparte del inmerecido honor que para mí significó el haber sido invitado a esa emisión, en la que platicamos de mi vida y de mi trayectoria, también resultó muy grato conocer a don Froylán -toda una leyenda viva de la cátedra universitaria y del periodismo mexicano- y a todo su equipo de producción. Espero pronto tener una copia de ese programa, para subirlo como podcast en este blog.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Algo sobre el final de la década


Es curioso. Hace un año, cuando terminaba 2009, todo el mundo aseguraba que con el mismo se acababa la primera década del nuevo siglo. Los pocos que disentíamos de eso y decíamos que aún faltaba un año para que ello sucediera éramos tachados de aferrados, locos, absurdos, contras, mamones, etcétera. Lo curioso es que ahora, todos aquellos que decían que el decenio terminaba hace un año, celebran el fin del mismo... en 2010. ¿Se dieron cuenta de pronto de lo simple que resulta contar diez manzanas? No lo sé, pero así se las gastan. En fin.

martes, 28 de diciembre de 2010

28 de diciembre


Para todo el mundo, el 28 de diciembre es el día de los Santos Inocentes. Para mí, es el aniversario luctuoso de mi padre. Mi amado Juan Rubén García Ayala murió un día como hoy, hace ya diecinueve años. Lo extraño mucho, pero al mismo tiempo lo sigo sintiendo muy presente, sobre todo desde hace justo cuatro diciembres, cuando aquel concierto de Los Pechos Privilegiados en el Ruta 61, en 2006, en el que le dediqué la canción "Los tiempos tristes" y hablé de él al micrófono. A partir de ahí, no sólo lo he sentido presente cada día junto a mí, sino que mi suerte con las mujeres cambió -para bien, para muy bien- de manera radical. Es como si él me estuviera echando la mano en ese y otros asuntos importantes de mi diario existir.
Te amo, pa. Pienso en ti todos los días... y tú lo sabes.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Dos fotos

Sobre cosas que ya he comentado aquí y que me llegaron posteriormente (sin albur).


En la fiesta de Milenio (ya casi al final). Junto a mí, el gran Tacho de Tachotitlán.


En la presentación del libro Tormenta de sangre, sin micrófono, flanquedado por el Chico Migraña y por Arthur Alan Gore.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Navidad en las entrañas


Como paráfrasis de la Navidad en las montañas de Ignacio Manuel Altarmirano, aunque dicha novela decimonónica poco tenga que ver con la Nochebuena de antenoche, viernes 24, y la Navidad de ayer, sábado 25 de diciembre.
Antier me fui a Tlalpan, con mi camarita como juguete nuevo. Jan llegó aquí en la tarde, fuimos a Liverpool, Suburbia y Superama y en la noche nos lanzamos en metrobús al deep south de la ciudad capital de México. Jan mismo me acompañó a ver a mi mamá. Les tomé algunas fotos a abuela y nieto y luego mi hijo me tomó unas con mi madre. Todas están en mi facebook. Fue lindo.
La cena fue en casa de Rosa. Estuvimos la propia Rosa, Rosita, Isaura, Yazmín, Dereck, Gerardo, Valentín, Emiliano, Santiago, Alain, Jan y yo. Hallet se había ido a cenar con su familia. Todo estuvo muy bien, muy divertido. Intercambiamos regalos, cenamos a la yucateca (esta vez se cambió al pavo por sopa de lima y cochinita pibil y además hubo spaghetti, ensalada verde, ensalada dulce de manzana, botanas, vinos, refrescos, pastel de frutas). Todo muy rico como siempre. Reímos mucho, tomamos muchas fotos (las mías, como ya dije, se pueden ver en mi facebook) y disfruté con una de mis dos principales familias (es decir, la de los García Hellion, aunque como Rosa es la parte dominante y se trata prácticamente de un matriarcado, ja ja, podría ser Hellion García o simplemente Hellion; la otra, claro, es la de los García Michel, cada vez más desperdigada y este año con un integrante, Sergio, que se fue). En fin, fue una buena Nochebuena.
Gerardo me dio un aventón a la casa, como a las dos de la mañana ya del sábado. Todavía seguí despierto hasta las cuatro o cinco y pasé el resto del día sin mayores cosas que comentar. Vi tele, leí, trabajé un poco en la compu, platiqué en el chat con algunas amigas. Nada más.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Una influenza sin influencias*


De pronto se nos termina 2010, estos doce meses tan llenos de violencia, sexo, drogas y rock and roll (qué buen rock se hizo este año, por cierto). Elaborar un balance es difícil. Políticamente, fue el año de Enrique Peña Nieto, amo y señor de las encuestas y de las apariciones mediáticas. También de Diego Fernández de Cevallos y su largo secuestro. Fue el año en que la supuesta izquierda mexicana lució más gris, descompuesta (remember el caso del joven diputado Godoy) y dividida que nunca (y lo que falta por ver en 2011, cuando Marcelo Ebrard decida si rompe espadas o no contra Andrés Manuel López Obrador).
Sin embargo, la constante política y social en 2010 siguió siendo la misma de los tres o cuatro años anteriores, sólo que en franca y desesperante progresión geométrica. Me refiero, claro, a la desatada y delirante guerra contra el crimen organizado que no da la menor señal de disminuir, sino todo lo contrario.
En medio de todo eso y de los raspones que el gobierno mexicano se ha llevado desde el exterior por el escándalo de WikiLeaks, pocos consideran como noticia algo que estamos viendo día a día en México desde hace un mes o más. No sé si usted lo ha notado, pero hay una cantidad enorme de personas agripadas. No con catarritos como los de antes, sino con serios cuadros de gripe, gargantas destrozadas, toses imparables, temperaturas altas y moqueos más desagradables que el inminente estreno del programa Laura de México (así se va a llamar, Dios mío) por el llamado Canal de las estrellas.
Cuando el año pasado tuvimos la famosa epidemia de la influenza, con toda aquella paranoica y parafernálica campaña mundial a su alrededor, yo no conocí a un solo enfermo de la misma. En cambio, ahora que encuentro a cantidad gente tan agripada, no veo que exista campaña alguna para combatir a la enfermedad. Quizá se deba, a fin de cuentas, a que estamos, desde un punto de vista político, ante una influenza sin influencias.
Felices fiestas, estimados lectores.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Jan


Esta semana, Jan se quedó dos o tres noches a dormir aquí. Como se venció el contrato del depto que estaba rentando con dos roomies en la Del Valle y aún no encuentra nuevo lugar, anduvo quedándose en distintos lugares y uno de ellos fue mi hogar. Me dio gusto convivir con él, ya que poco lo hacemos desde hace mucho. Cuando recién me cambié aquí, él venía cada fin de semana a quedarse conmigo; pero creció y los amigos y las chavas lo jalaron lógicamente. Hoy lo encuentro muy maduro, aunque un poco regañón conmigo, ja ja, sobre todo por mis amigas. Dice que mi vida gira demasiado en torno a las mujeres y que no debería ser así, al menos no tanto. Pero como ve que no le hago mucho caso, creo que empieza a desistir. Un amor, mi amado hijo; dos amores, mis dos adorados hijos.

jueves, 23 de diciembre de 2010

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Amelie


No la famosa película Le Fabuleux Destin D'Amelie Poulain de Jean-Pierre Jeunet, sino mi amiga Amelie, a quien conocí hace poco en facebook y con quien hice una repentina y divertida amistad que hoy se concretó al conocernos en persona. Vino a la casa a platicar un rato y la pasamos muy bien. Realmente una chava muy inteligente y linda (de bellísimos y muy expresivos ojos), con quien pasé una estupenda velada.

martes, 21 de diciembre de 2010

La visitante misteriosa ataca de nuevo


Fue la suya, esta vez, una incursión rápida, decidida, exacta, de último momento. Podía ser la última oportunidad de vernos este año y ella no quiso dejarla pasar. Todo sucedió en cuestión de dos horas y fue tan intenso como vertiginoso. La visitante misteriosa vino, vio y venció cualquier resistencia de mi parte. De hecho, no hubo resistencia. ¿Por qué? ¿Para qué? No habría tenido sentido alguno oponerse al placer de verla, de tenerla. ¿Volveré a saber de ella en 2011, nos volveremos a encontrar clandestina, secretamente? No lo sé. Es difícil dilucidarlo. Dejemos que sea el destino el que decida. Por lo pronto, su irrupción de esta tarde resultó fantástica. Qué emocionante que haya aparecido en mi vida la visitante misteriosa.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Con Otaola


Hoy al mediodía vino a mi casa Alex Otaola. Le hice una entrevista que próximamente aparecerá en La Mosca en la Red y que a mi modo de ver resultará muy interesante. Me trajo algunos ejemplares de su nuevo y excelente disco, El hombre de la cámara, para regalar a los lectores. Platicamos largo y tendido sobre diversos temas (entre ellos la muerte de Captain Beefheart). Me dio muchísimo gusto verlo ya completamente recuperado de su enfermedad (aunque me comentó que tiene que seguir tomando medicamentos). Un gran tipo Alejandro, a quien conozco desde hace cerca de quince años.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Tormenta de sangre


Esta tarde estuve en la presentación del libro Tormenta de sangre, escrito por Chico Migraña y Arthur Alan Gore, quienes me habían invitado a escribir el prólogo y hoy me invitaron como presentador. Llegué poco antes de las cinco al bar Centenario 197, ubicado en Avenida Centenario 107 (claro), en Coyoacán. Yo sé que en México ser puntual es un defecto y que no aprendo, así que como de costumbre arribé cuando aún había muy pocas personas, entre ellas, afortunadamente, las editoras Jocelyn Pantoja y Violeta (no supe su apellido). Los autores llegaron como a las cinco y cuarto y se encontraron con la novedad de que el dueño del lugar no estaba y los empleados del lugar no tenían la más remota idea de que esa tarde iba a llevarse a cabo ahí la presentación de un libro. Así pues, mientras el público iba llegando, Arturo y Jocelyn tuvieron que hacer mil malabares para conseguir un cable de micrófono y una vez que lo fueron a comprar, resultó que el micro... estaba roto por dentro y no servía. ¡Ja! Una cerveza y la plática con algunas personas sirvieron para hacer llevadera la espera. Por fin, a las seis y media se decidió comenzar, aunque tendríamos que hablar sin micrófono. Ni modo. De los otros tres o cuatro ponentes anunciados, ninguno apareció y fui el único. Hablé unos minutos y dado que Tormenta de sangre es un libro sobre anécdotas periodísticas y musicales, conté mi propia anécdota de cuando (por decirlo de alguna manera) Ocesa y La Mosca en la Pared rompieron relaciones diplomáticas. Fue divertido. Luego hablaron el chavo que hizo las ilustraciones del volumen y cada uno de los autores. Justo al terminar la presentación y al acallarse el último aplauso, apareció el dueño del lugar… ¡con un micrófono! Nos dio mucha risa, mas para aprovecharlo, Arturo me pidió leer el prólogo que escribí.
Fue muy chistoso todo. Estuve un rato más. Saludé a algunas personas (entre ellas a mi amiga de facebook, la excelente fotógrafa Rebeca Martell) y salí de ahí poco antes de las ocho.
Por cierto, recomiendo Tormenta de sangre. Está muy entretenido.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Un Peña Nieto caifanesco*


De pronto, en México la historia da muestras de caminar hacia atrás. Hay signos que nos hablan de una especie de nostalgia reaccionaria y eso puede ser preocupante… o no.
Hechos en apariencia disímbolos, como el que el PRI encabece las encuestas en vistas a las próximas elecciones presidenciales o que se anuncie el retorno del grupo Caifanes, se relacionan mucho más de lo que parecería a simple vista. De ese modo, los nombres de Enrique Peña Nieto y Saúl Hernández se entrelazan extraña y súbitamente, sin que ambos se lo hayan propuesto, como una representación de lo que desea el inconsciente colectivo de eso que algunos suelen llamar el pueblo mexicano.
Lejos del entorno de las redes sociales de internet o de esa entidad amorfa y pleonástica que es la “sociedad civil”, existe una gran masa de ciudadanos a quienes lo único que les importa es la posibilidad de vivir en paz y con seguridad, algo que hoy no sucede en gran parte del país. Hay en ellos un anhelo por el pasado, por esos años en los cuales cuando menos se podía salir a la calle sin temor a ser secuestrado, levantado o baleado y muchos identifican a esa época de relativa tranquilidad con las siglas del Partido Revolucionario Institucional. No lo estoy inventando. Es algo que escucho cada vez con mayor frecuencia entre la gente común y corriente, esa misma que no está en Twitter y que no ingresa a la red para comentar, desde el bizarro anonimato, los artículos de los diarios.
En ese contexto, el regreso de los Caifanes y el sorprendente entusiasmo que ello ha despertado simboliza también un retorno a los días de finales de los ochenta y principios de los noventa en que tantos eran felices al cantar “La célula que explota”. Eran los años, por cierto, en que con gran omnipotencia gobernaba Carlos Salinas de Gortari, recientemente reaparecido en los medios.
Son signos, como apunté al principio, que nos hablan de una nostalgia reaccionaria y, como dije también, eso puede ser preocupante… o no.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 17 de diciembre de 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

Maya Jurado


Pasé buena parte de la tarde en La Casa del Té de la colonia Roma, con Maya Jurado, flamante colaboradora de La Mosca en la Red para la sección de libros y muy posiblemente de comic. Estupenda chava, de amplísima cultura, fluida charla, gran inteligencia, enorme simpatía y singular personalidad. Lindísima persona en verdad que además posee gran talento como escritora. Estudia en la Sogem, pero me parece que supera ampliamente el nivel de esa escuela de escritores (¿puede haber escuelas de escritores). Lectora insaciable a sus escasos veinticuatro años, me sorprendió su viveza y su chispa. Gran colaboradora y espero que gran nueva amiga (recomiendo la lectura del artículo que me hizo sobre Yasunari Kawabata y recomiendo también su muy entretenido blog Animal literario.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Dalia P


Me gusta platicar y conocer bien a algunos de mis colaboradores moscosos (debo aceptarlo: si son mujeres, mejor aún). Hoy al mediodía vino Dalia Perkulis, periodista egresada de la Carlos Septién y dueña de una excelente e ingeniosa pluma. Su blog Lilith wannabe es muy bueno. Platicamos largamente, cafecito en mano, y la pasamos muy bien. Me dio mucho gusto conocerla más. Una excelente amiga habrá de ser.

martes, 14 de diciembre de 2010

The Tudors


Hoy fueron trasmitidos por el canal Liv los dos capítulos finales de una serie excepcional. Producida por Showtime, The Tudors llegó a su terminación después de cuatro temporadas (sólo me perdí la tercera, no sé por qué) y ese final fue tan impresionante como toda la saga. Con Jonathan Rhys-Meyers en el papel principal, The Tudors nos contó la vida política, amorosa y marital del rey Enrique VIII de Inglaterra. A pesar de algunas licencias históricas, el programa valió muchísimo la pena por su producción, su dirección, sus actuaciones, la recreación de época, el realismo, la sensualidad. En fin, una gran obra televisiva en la que conocimos la historia de las seis esposas del monarca británico, desde Catalina de Aragón (Maria Doyle Kennedy) hasta Catalina Parr (la gran Joely Richardson), pasando por Ana Bolena (la bellísima Natalie Dormer), Jane Seymour (Anita Briem / Annabelle Wallis), Ana de Cleves (¡la cantante Joss Stone!) y la tremenda Catalina Howard (Tamzin Merchant).
Por ahí pasaron enormes actores como Peter O'Toole (el papa Pablo III), Sam Neill (el cardenal Thomas Wolsey), Jeremy Northam (Tomás Moro), James Frain (Thomas Cromwell), Simon Ward (el cardenal Gardiner) y el estupendo Henry Cavill como Charles Brandon, el amigo de toda la vida de Enrique VIII.
Voy a extrañar la serie, a menos que en una de esas me aviente a conseguirla en DVD.
Por cierto que Showtime ya anuncia para 2011 The Borgias, protagonizada por Jeremy Irons y con guión de Michael Hirst, el mismo escritor de The Tudors. Promete estar de agasajo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

La rosa púrpura del Cairo


La visitante misteriosa estuvo un rato por acá y vimos juntos La rosa púrpura del Cairo, esa maravilla que Woody Allen filmó en 1985 y en la que Mia Farrow interpreta uno de sus mejores papeles. Enorme fantasía en la que el cine se entremezcla con la realidad, cuando el personaje de una película en blanco y negro de los años treinta se sale literalmente de la pantalla para cortejar a una tímida y sufrida espectadora ultra cinéfila. Una maravilla de final agridulce que resultó un placer volver a ver y más en tan dulce compañía.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Alain ochentero


Mi hijo es el más chaparrito de la foto, flanqueado por su hermano Gerardo Hellion y el ahora DJ Eduardo Tort. Alain debe haber tenido unos tres años, así que la foto tendría que ser de 1985 o 1986.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Deshojando la Margarita*


Dicen algunos observadores (¿no le parece fascinante tan ambiguo y periodístico término) que el PAN podría tener un as bajo la manga frente a la ventaja que en la carrera presidencial hacia el 2012 ya le llevan el PRD y, muy especialmente, el PRI. Sólo que dicho as es más bien una reina de corazones, una mujer en quien hasta ahora pocos habían pensado y que en una de esas resulta la mejor carta para los blanquiazules.
Si ya lo hicieron en Argentina con Cristina Fernández de Kirchner, ¿por qué aquí no? Eso se preguntan algunos panistas al contemplar la flaquísima caballada que tienen en el establo (entre Lujambio, Cordero, Vázquez Mota, Lozano y Creel no se hace uno) y volver la mirada hacia la casa presidencial de Los Pinos, donde habita la primera dama, Margarita Zavala Gómez del Campo.
Lo sé. A mí también me sonó como una locura cuando escuché por primera vez esa posibilidad. Sin embargo, si uno de detiene a meditarlo, no resulta una idea tan descabellada. Digo, si alguien conserva una imagen aceptable y grata dentro del PAN es Margarita. Recuerdo haber escrito alguna vez, cuando Felipe Calderón fue nombrado candidato oficial de su partido para las elecciones de 2006, que la mejor carta de recomendación que tenía era precisamente su esposa, una mujer inteligente, preparada, discreta y con experiencia política.
¿Qué le queda a Acción Nacional para enfrentar a gente como Marcelo Ebrard, Andrés Manuel López Obrador y, sobre todo, Enrique Peña Nieto? Su abanico de posibilidades es mínimo y Margarita Zavala podría ser un golpe mediático y político sensacional.
Yo que ellos lo consideraría y empezaría a incluirla en las encuestas para conocer sus porcentajes de aceptación. Quién quita y por ahí resulta que es el personaje que necesitan con urgencia los del partido azul y blanco para levantarse y andar.
De otro modo, el esposo de La Gaviota se irá en caballo de hacienda rumbo a Palacio Nacional y la mayor pesadilla del panismo, el regreso del PRI a la presidencia de la república, se consumará sin remedio.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 10 de diciembre de 2010

La fiesta de Milenio (un buen viernes)


La visitante misteriosa se fue temprano. La mañana transcurrió tranquila y pude escribir mi colaboración de mañana para Milenio Diario. Fui al banco a hacer un depósito y de ahí al metro Eugenia (en el camino, por la calle Pilares, creí ver a Ciro Gómez Leyva, en pants y con un periódico en la mano), a fin de recoger a mi preciosa amiga Maggie, quien venía a visitarme y a venderme un cuadro de popotillo con la cara de Bob Dylan que hizo. Llegó un poco tarde, pero nos venimos en taxi a la casa, donde comimos y pasamos un rato muy agradable (ver foto). Se fue como a las seis.
Ya en la noche, pasé por María José a su casa en la Condesa y nos fuimos juntos a la cena de fin de año de Milenio, en el hotel Fiesta Americana de Reforma. Estuvo muy concurrida y sobre todo muy divertida. Por allá saludé y abracé a Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva (quien me confirmó que sí era él a quien vi al mediodía), Jairo Calixto Albarrán, Roberto López. Roberto Velázquez, Alicia Quiñones, Susana Moscatel, Tacho, Juan Pablo Becerra Acosta, Nestor Ojeda, Vero Maza, Rafael Tonatiuh, Diego Osorno, Juan Alberto Vázquez, Claudia Amador, Guillermo, Ana Laura Santos, Pablito..., en fin, a casi toda la banda del periódico. La cena estuvo deliciosa y hubo bebida abundante (me eché siete vodka tonics y como que sí me pegaron un poco). Marijose y yo nos pasamos buena parte de la noche analizando a la gente que bailaba (la orquesta era buena, no así el grupo de pop abridor) y viboreando un poco. Nos regresamos en taxi. Ella se quedó en su casa y yo llegué aquí como a las cuatro, medio mareado pero tranquilo. Realmente la pasamos muy bien. Milenio va a cumplir once años y sigo más que orgulloso de ser colaborador fundador. Enhorabuena para todos mis compañeros.

jueves, 9 de diciembre de 2010

La visitante misteriosa


Eran las once de la noche de hoy jueves. Sonó mi teléfono. Ella se identificó como la visitante misteriosa. Me pidió mantener su identidad en secreto y me solicitó asilo nocturno. No pude negarme. Llegó poco antes de la medianoche. Lo que sucedió después es mejor guardarlo como un bellísimo recuerdo, como algo que sin embargo podría repetirse. Pasión, intensidad, calor, placer, amor. ¿Fue algo real o una alucinación? ¿Existe acaso la visitante misteriosa? Eso sólo yo lo sé... y lo sé muy bien.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

De Alvaro Carrillo para mí


"... y hoy resulta que no soy de la estatura de tu vida" (pues no, si el tipo por el que ella me dejó mide un metro noventa).

martes, 7 de diciembre de 2010

domingo, 5 de diciembre de 2010

La tregua


Terminé de leer esta famosa novela de Mario Benedetti que me prestó Denisse y que narra las desventuras de un hombre cincuentón que se enamora de una mujer mucho más joven que él (¿en dónde he escuchado eso?). Me gustó, pero no me entusiasmó. Es bonita, amena, interesante en su estructura, con algunos defectos sintácticos. En lo personal, no me agradó que el autor matara a Avellaneda, pero quizás estoy demasiado acostumbrado a los finales felices de las comedias románticas hollywoodenses. En síntesis, un relato agradable, tristón, pero muy alejado en cuanto a calidad literaria de las grandes novelas hispanoamericanas.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Procésalo de tos*


“Alármala, alármala de tos,
uno, dos, tres, patada y coz”.
Botellita de Jerez.


Si de algo me preciaba hace todavía unos quince años era de mi colección de la revista Proceso. Tenía todos los números, del uno al 350, cada cual leído de cabo a rabo, desde los reportajes de portada hasta los editoriales y las secciones de cultura y deportes. Cuando me mudé de casa, justo en el año 2000, me vi ante la disyuntiva de deshacerme de mi tesoro hemerográfico. Lo regalé y conservé solamente los diez primeros ejemplares.
Me volví lector de Proceso desde su nacimiento, en noviembre de 1976, primero por simpatía y solidaridad con Julio Scherer García y periodistas que lo acompañaron en su fundación, luego de salir de Excelsior a partir del malhadado golpe que le propinara el gobierno echeverrista, y después por la valentía de su periodismo y la calidad de sus hacedores y colaboradores. Cómo no recordar los esplendorosos textos de Ricardo Garibay, el “Inventario” de José Emilio Pacheco, las críticas teatrales del gran José Antonio “El Gordo” Alcaraz (creador del término Cultisur), los artículos del admirado Heberto Castillo (yo era flamante miembro del Partido Mexicano de los Trabajadores en ese entonces) y de Froylán López Narváez, los reportajes de Carlos Marín, los escritos de Vicente Leñero, la memorable polémica entre Octavio Paz y Carlos Monsiváis sobre el socialismo real, los adelantos del libro Lo negro del negro Durazo que publicó el entrañable Guillermo Mendizábal Lizalde (con quien tanto aprendí cuando fue mi jefe en Editorial Posada), los cartones de Naranjo y Rius y Fontanarrosa con su Boogie el Aceitoso. En fin, grandes recuerdos como lector.
No sé qué le pasó a Proceso que a partir al menos de 2006 perdió gran parte de su rigor, abrazó acríticamente a la causa pejista y apostó por el amarillismo y la histeria, para hacernos recordar más a la tristemente célebre revista Alarma que a lo que llegó a ser la propia Proceso en sus mejores años. Quién sabe qué sucedió ahí, pero lo lamento en verdad.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 3 de diciembre de 2010

M y T


1, Siempre es bueno verla. Siempre la pasamos muy bien. Después de todo, hemos experimentado mil cosas juntos (buenas, malas, divertidas, azotadas, amorosas, rencorosas, entrañables...) desde hace más de once años. Hay un gran cariño (amor lo llamaría realmente) entre nosotros. Es una de esas amigas que se quedará cerca de mí toda la vida. Hoy, ambos estamos pasando por una situación sentimental más o menos similar y nos encontramos en fases de recambio existencial. La cenita de antenoche (bueno, más bien comida tardía) estuvo muy bien. No nos lo propusimos, pero coincidió con el cumpleaños de Woody Allen, de cuya obra ambos somos grandes amantes. Es M, mi adorada M.


2. No nos vemos tan seguido como al menos yo quisiera. Pero anoche volvimos a encontrarnos para cenar y la pasamos de maravilla. Curiosamente, al igual que M, al igual que yo, también pasa por una situación de rompimiento y recambio emocional. Un buen vino, algo rico de comer, Beatles y Pink Floyd como acompañamiento a la larga charla con T, a quien conozco desde hace ya casi cuatro años y con la que se ha desarrollado una amistad cada vez más profunda y cálida. Gran periodista, mujer inteligente, sensible y hermosa (en toda la extensión de la palabra). Una velada que debió ser más larga, pero sus obligaciones profesionales se lo impidieron. Una fortuna tenerla cerca.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Woody Allen ha cumplido 75


Es uno de esos tipos que uno pensaría inmortales. Ha convivido tantos años con nosotros que también se le piensa entrañable y hasta confidente. Cumplir 75 años se dice fácil, pero representa, en la vida de alguien como Allan Stewart Königsberg, mejor conocido como Woody Allen, la consecución y consolidación de una obra cinematográfica y literaria originalísima, única, singular.

"No me asusta la muerte, pero prefiero no estar allí cuando suceda".



Como feliz seguidor de Allen a lo largo de cuando menos cuatro décadas –recuerdo haber visto Robó, huyó y lo pescaron (Take the Money and Run, 1969) en la pantalla grande por allá de 1970–, no puedo menos que congratularme por el septuagésimo quinto onomástico del buen Woody, a quien a fuerza de ver prácticamente todas sus películas (algunas de ellas varias veces) y de haber leído sus libros de cuentos, algunos de sus guiones y dos o tres volúmenes de entrevistas, siento tan cercano y con el que me identifico tanto.

“El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír”.

Hace diez años, una amiga y yo fundamos (entre en broma y en serio) un club de admiradores de Woody Allen que tan sólo admitiría a dos integrantes: ella y yo.

“El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea algunas preguntas”.


Allen divide opiniones entre quienes lo aman y lo odian, pero creo que son (somos) muchos más los primeros. La pasión por sus filmes llega a convertir a muchos en nerds, pero si se sabe guardar cierta distancia crítica, su cine se vuelve aún más disfrutable. De ese modo, películas como Stardust Memories (1980), Comedia sexual de una noche de verano (1982), Zelig (1983), Broadway Danny Rose (1984), La rosa púrpura del Cairo (1985) o Radio Days (1987) se convierten en parte no sólo de una educación cinematográfica, sino de una educación sentimental (sobre todo en el sentido que le daba Flaubert a la expresión).

“Hay peores cosas en la vida que en la muerte. Si has pasado una tarde con un vendedor de seguros sabes a lo que me refiero”.


Cierto que la obra de Allen es desigual y que combina obras maestras con cintas irregulares. Nunca serán lo mismo maravillas como Manhattan (1979) y Crímenes y pecados (1989) que productos aceptables a secas como Misterioso asesinato en Manhattan (1993) o La Maldición del escorpión de jade (2001), pero aun en los filmes “menores” de este realizador, siempre encontraremos algo que nos haga reír o, mejor aún, sonreír, gracias a sus guiños inteligentemente neuróticos. Es el caso, por ejemplo, de cintas más o menos recientes como Anything Else (2003), Scoop (2006) o Whatever Works (2009), tan despreciadas por ciertos críticos exquisitos y que yo encuentro altamente divertidas y aleccionadoras. Es comedia pura, sí, tal vez sin tantos elementos filosóficos, pero perfectamente gozosas y en absoluto decadentes.

“Fui expulsado del colegio por copiar en el examen de metafísica; miré en el alma del muchacho que se sentaba a mi lado”.


Para los cinéfilos tardíos que descubrieron a Woody Allen con Match Point (2005), habría que decir que detrás de esa película hay casi cuarenta más que deben ver. Cuando menos no deben perderse algunas de las ya mencionadas atrás, así como otras joyas: Alice (1990), Maridos y esposas (1992), Disparos sobre Broadway (1994), Poderosa Afrodita (1995), Everyone Says I Love You (1996), Deconstructing Harry (1997), Celebrity (1998) y Sweet and Lowdown (1999). En lo personal, no soy tan fan del cine “serio” de Allen (con excepción de Interiores, de la excepcional historia dramática contenida en Crímenes y pecados y tal vez de Match Point). En cambio, sus libros de relatos como Sin plumas, Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, Adulterios o Perfiles me resultan perfectamente deliciosos.

“El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía, es una de las mejores”.


Ahora que Woody Allen ha cumplido 75 años de vida (su biografía en sí misma es una película que debería filmarse), millones de sus seguidores a lo largo y ancho del planeta nos felicitamos por tenerlo aún entre nosotros y, lo que es mejor, en plena actividad creadora.

“¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? Ah, no olvidemos lo más importante: ¿Habrá mujeres allí?”.

¡Feliz cumpleaños 75, Woody!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un mes para que se acabe la década


Iniciamos hoy diciembre, el último mes del año 2010 y el último de la primera década del siglo veintiuno. Aunque mucha gente (la mayoría, de hecho) piensa que el decenio terminó hace once meses, en realidad no es así. Ya sé que parezco un necio al insistir en esto, pero es que me parece demasiado estúpido que tantos persistan en contar las decenas del 0 al 9 y no del 1 al 10 cual debe ser (tan simple como que si tenemos diez naranjas, no empezaremos a contar la primera como naranja cero sino como una, pero en fin). La cosa es que hoy comienza la cuenta regresiva hacia la segunda década (a menos que la anterior haya sido la década cero) del nuevo siglo, misma que da principio el 1 de enero de 2011.

martes, 30 de noviembre de 2010

Jimi Hendrix en La Mosca en la Radio


He aquí el programa de La Mosca en la Radio de hoy martes, dedicado a la caja cuádruple West Coast Seattle Boy de Jimi Hendrix. Como siempre, espero que les guste.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Un lunes y nada más


El de hoy lunes fue un día tan común y corriente, tan normal, que no sé qué escribir. Trabajé, hablé con diversas personas, leí, comí, vi la tele. En fin. Se acaba noviembre y ya casi llega diciembre. Un día calmo, de chamba y cosas buenas, pero a final de cuentas sin mayor trascendencia, salvo que fue un día más de vida y eso sí que resulta importante (la imagen es de un comic o algo así que se llama "One more day"; no sé de qué se trata, pero la muñequita me pareció preciosa).

domingo, 28 de noviembre de 2010

Allá en la fuente... del Centro George Pompidou

Un fragmento de los videos que filmé en París durante los diez días que estuve allá, en septiembre de 2008. En este caso, la fuente surrealista que se encuentra afuera del Centro George Pompidou de Arte Contemporáneo. Un lugar fantástico, lleno de maravillas.

sábado, 27 de noviembre de 2010

El fantasma de AMLO*


Un fantasma recorre el mundo del pejismo: el fantasma de Marcelo Ebrard.
No es al “espurio”, tampoco a la “mafia que se adueñó de México”, mucho menos a los Chuchos, al PRIAN, a Salinas de Gortari o a Televisa que realmente teme Andrés Manuel López Obrador. El verdadero espectro que le jala las patitas en las noches, el espíritu que se le aparece en los rincones para hacerlo saltar del susto, el pesadillesco ser que surge durante sus horas de sueño para hacerlo despertar sobresaltado y bañado en sudor frío se llama Marcelo Ebrard Casaubón.
El jefe de gobierno del Distrito Federal es el único personaje que en estos momentos puede poner a temblar al tabasqueño. Ebrard representa mucho de aquello que aborrece Andrés Manuel. Al contrario de éste, Marcelo ha dado muestras de ser un político moderno, liberal, aceptablemente culto, con un discurso articulado y una visión global del país y del mundo. Por eso, se trata en el fondo del único y verdadero demonio al que teme don Peje, porque es quien podría arrebatarle la posibilidad de volver a ser el candidato de una izquierda inexistente pero con registro del IFE.
Marcelo Ebrard tiene en sus manos una enorme oportunidad histórica, no sólo para lograr la candidatura a la presidencia de la república y aspirar seriamente a ganar las elecciones de 2012, sino también para arrebatar las banderas del izquierdismo a una pandilla de oportunistas y falsos profetas, mucho más emparentados con el rancio y reaccionario nacionalismo revolucionario del priismo setentero que con el pensamiento progresista, abierto y democrático de la izquierda moderna. La clave está en que Ebrard se atreva a desafiar al pejelagarto de papel y se dé cuenta de que es éste quien le debe tener miedo a aquél y no al revés.
Yo no sé si López Obrador sea un peligro para México, pero me queda claro que es un peligro para la existencia de una verdadera izquierda democrática. Marcelo Ebrard podría conjurar ese peligro, si se decide a hacerlo ya.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Con mis hermanas (y mi sobrina)


Hoy en la tarde, comí con mis hermanas Myrna e Ivette y con mi sobrina Leyla, integrante de Los Pechos Privilegiados, espléndida actriz e hija de la primera (en la foto estamos Leyla y yo con Jaime López, luego de una tocada de Los Pechos en el Ruta 61). Antes habíamos ido a otra parte. La comida fue en el Potzolcalli de la colonia Nápoles y estuvo muy agradable. Obviamente mucha de la charla tuvo que ver con Sergio y también con Jorge, nuestros hermanos que ya no están. Sería bueno juntarnos más seguido.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Dos amigas


Mucha gente se sorprende de que haga tantas amigas por medio de las redes sociales. Me preguntan si no me da miedo, si no temo que me salga por ahí alguna loca (ya me ha salido) o si no temo que las fotos que muestran en sus facebook, Twitter o MySpace sean falsas y no correspondan a la realidad. Mi respuesta es que hasta ahora, las mujeres que he conocido por medio de internet y que al poco o mucho tiempo conozco en persona, hasta ahora han sido en su gran mayoría espléndidas y no me he arrepentido de una sola. De hecho, con buena parte de ellas he desarrollado una muy buena amistad personal.
Esta tarde me tomé un café con una de ellas (no diré su nombre para respetar su privacidad). Hacía mucho que platicábamos por facebook y que queríamos conocernos y hasta hoy fue posible. Se trata de una joven muy bella, inteligente, talentosa y de rica charla. Le regalé un ejemplar de mi novela Matar por Ángela y conversamos largamente. El turrón se rompió cuando me dijo que le gusta Traffic. Yo no podía creer que una chava tan joven conociera siquiera a la legendaria banda que comandaban Steve Winwood, Jim Capaldi, Dave Mason y Chris Wood, pero eso bastó para hablar de rock de los sesenta y que me mencionara a sus favoritos, entre otros Humble Pie (¡en serio!), Led Zeppelin y hasta Etta James. Ella canta (ha estudiado ópera), gusta del blues y es en verdad encantadora. Al final, la acompañé a pie hasta su casa (fuimos de la Nápoles a Mixcoac) y quedamos en volver a vernos pronto. No sé si sea suerte o qué, pero sigo conociendo a amigas maravillosas.
Ya en la noche, vino a cenar mi querida amiga Dulce. La pasamos realmente bien. Nos pusimos al día en cuanto a noticias personales. Se nos casa antes de que termine el año.

martes, 23 de noviembre de 2010

Elliott Smith y Josh Ritter en La Mosca en la Radio


Hoy volví a hacer el programa de La Mosca en la Radio, en su edición No. 42, dedicado a Elliott Smith (por la aparición del disco An intruduction to...) y a Josh Ritter (por su flamante álbum So Runs the World Away). Escúchenlo si gustan y a ver qué les parece.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Dos de Woody Allen


"Cloquet destaba a la realidad, pero comprendía que era el único lugar donde se podía conseguir un buen bistec".

"Juliette era marxista... y del tipo más interesante, el de piernas largas y bronceadas"

(Citas tomadas del cuento "Los condenados", contenido en el libro Side Effects de Woody Allen).

domingo, 21 de noviembre de 2010

Sin mensaje


Domingo tranquilo. Visita a Tlalpan para estar un rato con mi mamá y otro con Alain y los Hellion. Todo normal, todo calmo y agradable. Lo único que sentí raro fue ya no recibir a lo largo del día algún mensaje de Denisse en mi cel.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Mi revolución mexicana*


Soy producto de las dos tradiciones ideológicas y políticas que, con sus contradicciones, dieron forma a lo que hoy es este país. Mi familia paterna proviene de la tradición liberal, mientras que mi familia materna deriva de la tradición conservadora. Por el lado de los García, mi abuelo Emiliano fue floresmagonista, maderista, carrancista y diputado constituyente por Sinaloa en 1917. Por el de los Michel, mi abuelo Fidencio fue latifundista en Autlán, Jalisco, y de entre sus trece hijos, uno (Javier) fue guerrillero cristero y otro (Enrique) fue uno de los fundadores seminales del PAN a finales de los años treinta.
  Una familia abiertamente progresista y otra plenamente reaccionaria se toparon en el defeño pueblo de Tlalpan y se unieron al casarse mis padres. Crecí entonces entre dos visiones de la historia de México por completo contrapuestas. Cursé la primaria en colegios de monjas (¡el Hernán Cortés!) y de padres salesianos y la secundaria en una escuela de gobierno. De pequeño fui un modelo de niño católico y de adolescente me volví comunista y jacobino. Mis tías Michel me hablaban pestes de Benito Juárez y Plutarco Elías Calles y mi abuela García me hizo admirar a los héroes del liberalismo mexicano: desde los de la Guerra de Independencia hasta los de la Reforma y la Revolución.
  Crecí, pues, en la esquizofrenia ideológica, en la bipolaridad histórica. Tal vez por eso me apasionan tanto las dos visiones del transcurrir mexicano: la liberal de los Riva Palacio, los Silva-Herzog y los Cosío Villegas y la conservadora de los Alamán, los Bulnes, los Vasconcelos y hasta los Fuentes Mares. Dos miradas antitéticas que me estimulan a buscar el famoso justo medio que me proporcione un diagnóstico aproximado de lo que fuimos, lo que somos y lo que podríamos ser como nación.
Entre mis tíos priistas y mis tías panistas, al final milité en las filas de la izquierda, hasta que la misma se disolvió en un híbrido espantosamente informe, corrompido y reaccionario.
  Mi revolución mexicana es -hoy que oficialmente se celebra su centenario- el total escepticismo.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Status


A partir de hoy, mi estado civil en facebook y en la vida real ha vuelto a ser el de soltero.