viernes, 11 de septiembre de 2009

Te amo* (faltan seis días)


… por las risas en la cocina a medio día, mientras sazonamos nuestro cariño a fuego lento entre bromas infantiles y dulces besos como postre. Por los abrazos de consuelo cuando más los he necesitado. Por ser mi cómplice, el mejor de mis amigos, mi amante. Por los regaños cuando no entiendo. Por los bailes a media luz. Por tus caricias medicinales cuando estoy enferma. Por tu sentido del humor que hace estallar mis carcajadas. Por cada nota en las canciones que has compuesto para mí. Por la sonrisa de tus ojos cada mañana al despertar. Por lo que puedo descifrar en ellos. Por la constelación de tu cuerpo y su calor que me cobija todas las noches… aunque no estés conmigo. Por todo lo que he podido y me falta aprender a tu lado. Por lo que hemos crecido juntos. Por ese niño que llevas dentro. Por el aroma de tu piel que me recuerda que estoy viva. Por la paciencia que puedes llegar a tenerme. Por las series de televisión que disfrutamos, como dos pequeños, comiendo chatarra. Por tu misteriosa timidez y ése aire silencioso que me enloquece. Por tu infinita pasividad. Por presuntuoso. Por el sonido de tu risa que llena de luz mis días y mis noches. Por tu locura tan divertida. Por cada segundo en el que el tiempo se detiene cuando estamos abrazados. Por tus delicados mimos con tus dedos en mi espalda. Por tu obsesión ortográfica que comparto. Por tus berrinches que me enternecen. Por los suspiros simultáneos. Por los fines de semana pegados a la televisión viendo películas. Porque junto a ti soy la niña-mujer más feliz del mundo. Porque a tu lado nada me hace falta. Por tu pasión por el fútbol y la emoción que desbordas cuando está a punto de caer un gol. Por tu increíble capacidad creadora. Por todos los lugares que puedo visitar cuando tocas una canción. Por tu amor imperecedero por París. Por tu bondad y la nobleza de tu sonrisa. Por los besos en el elevador. Por tu honestidad. Porque te preocupas por mí. Porque me enseñaste a amar como jamás lo había hecho. Porque contigo eché por la borda el miedo a enamorarme otra vez, aposté todo y gané mucho más. Porque te has vuelto una pieza fundamental en mi vida, en mi andar cotidiano. Porque, aunque suene cursi, juntos somos uno sólo. Porque, amándote, las reglas y parámetros sociales no existen. Porque contigo cada día es distinto y porque me di cuenta de que amar a alguien significa aceptarlo con sus defectos y virtudes. Por todo eso y mucho más, simplemente, te amo.

*Lo escribió mi adorada Denisse hoy, en su blog La puerta abierta (http://www.denisseberman.blogspot.com/). ¿Qué puedo decir? Que me siento muy conmovido por sus palabras y que igualmente la amo.

1 comentario:

Charro Negro dijo...

Un poquito Egolatra nada mas.
Sobre todo la puntilla de "yo tambien la amo".
No me gusto, claro, solo es mi humilde opinion, hay cada quien.
MAMA MOSCAAA!!!!!!