sábado, 18 de abril de 2009

Aguirre Vs. Obama*



¿Quién habrá obtenido un mayor rating la tarde del jueves pasado? ¿Cuál de los dos habrá gozado ese día de una más grande cobertura mediática? Ambos son carismáticos y disfrutan de un irresistible atractivo. Cada uno en lo suyo, este par de personajes es capaz de hacer que la atención de millones se concentre en sus palabras, en sus actitudes, incluso en su lenguaje corporal.
Javier Aguirre contra Barack Obama. Fue un encuentro involuntario pero fascinante. Televisión, radio y medios impresos enfocaron todas sus baterías en lo que el uno y el otro decían, en lo que el uno y el otro hacían, a tal grado que ya no se sabía si era Aguirre quien estaba en Los Pinos al lado del presidente Felipe Calderón o era Obama el que se encontraba entre Decio de María y Nestor de la Torre en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol. Dos tipos de enorme personalidad. Dos emblemas de esta época de crisis económica y política, lo mismo que deportiva y pambolera.
Debo confesar que, irresponsable de mí, atendí más al Vasco que al morenazo (o sea que mi instinto futbolístico resultó más grande que el político) y creo que esa fue la constante en la mayoría de los mexicanos. Es decir que el pueblo meshica parece haberse apasionado mucho más por las frases de Javier (“Tenemos que rompernos la madre”) que por las declaraciones de Barack (en realidad no hubo una sola sentencia memorable del primer mandatario estadounidense, quien casi siempre se salió por la tangente a la hora de comprometerse con algo más o menos concreto).
¿Habla eso bien o mal de nosotros? No lo sé a ciencia cierta. Si el jueves Aguirre atrajo en México más atención y muchas más simpatías que Obama, fue quizá por una razón muy simple: el nuevo director técnico del Tri se mostró claridoso, mientras que el nuevo habitante de la Casa Blanca fue más bien oscurón (en sus discursos, quiero decir).
Esperemos entonces más alegrías de parte del Vasco que del gabacho. Así es esto de la polaca y el panbol.

*Publicado hoy en mi columna "Camara húngara" de Milenio Diario.

1 comentario:

Kafei dijo...

Por desgracia, en los paises tercermundistas importa mas el morbo y los chismes......

El "populacho" se aburre de la retorica y de la sapiencia de Obama. Triste pero cierto.
:(