miércoles, 31 de diciembre de 2008

2008, un balance personal


Hoy es el último día de 2008, un año difícil, complicado, extraño, ambivalente. Si para el país fueron doce meses signados por la violencia de una guerra delirante, para el mundo fueron trescientos sesenta y cinco días en los cuales la economía se fue al carajo. Ya en el plano personal, para mí este fue un año con momentos muy dolorosos, así como con otros muy buenos y con la llegada a mi vida de una personita inesperada pero maravillosa.
El primer cuatrimestre fue el peor, debido a la repentina muerte de mi hermano Jorge (el 26 de abril) y a la desaparición en marzo (que como muchos espero temporal) de uno de mis más importantes proyectos de vida, la revista La Mosca en la Pared.

Lo de Jorge fue especialmente triste y lastimoso por la forma como murió, prácticamente solo y en medio de tremendos dolores físicos. Poco tiempo después, murieron también mi tía Teresa (hermana de mi mamá), mi tío Luis (hermano de mi papá), mi primo Rafael Cuervo (esposo de mi prima hermana Martha) y mi gran amigo Francisco Cantú (hermano de Adolfo). Todos entre abril y mayo.

Lo de La Mosca también fue de lamentar, por lo que para muchísima gente significó la publicación a lo largo de sus catorce años de existencia (los acababa de cumplir). Me afectó obviamente en lo económico (hasta la fecha no me repongo del golpe monetario que significó el cierre de sus páginas), pero sobre todo en lo moral, ya que era una idea mía que se cristalizó con la ayuda de muchos amigos y compañeros de viaje editorial y periodístico. Por fortuna, no todo está perdido y hay grandes posibilidades de que el proyecto sea rescatado. Además, hace poco abrí mi blog Bajo presupuesto, para escribir de música y mantener el contacto con los lectores moscosos.
Otra pérdida que sufrí este año fue la de una mujer en quien creí ciegamente y que al final me defraudó de la manera más penosa y fría. Me enamoré de ella, sí; por eso el desengaño fue tan inesperado como abrumador, además de que ocurrió en el momento en que menos debió haber ocurrido: el del cumplimiento del sueño mutuo de viajar a la ciudad de París en septiembre pasado. Ironías del destino, a final de cuentas.

No obstante, a pesar de todo lo anterior, el balance del 2008, para mí, es ligeramente positivo. Lo es porque a pesar de todo he ido encontrando trabajos que me han permitido sobrevivir a las circunstancias (ahí debo agradecer a gente como Camilo Sansores, David Estrada, Luis Adrián Ysita, Lourdes Arenas, Mariana Amore y Rogelio Garza) y porque en Milenio sigo contando con el apoyo de amigos y colegas como Carlos Marín, Ciro Gómez Leyva, Jairo Calixto Albarrán, José Luis Martínez, Roberta Garza y Rafael Ocampo, entre otras personas de enorme calidad profesional y humana). En lo musical, Los Pechos Privilegiados hemos seguido tocando, así no sea con tanta frecuencia como quisiéramos (toda mi gratitud para Eduardo Serrano del Ruta 61 y Esteban Amozorrutia y Jaime Ades del Foro del Tejedor de la cafebrería El Péndulo).

A nivel familiar, todo caminó tranquilo. Mis hijos se encuentran muy bien, lo mismo que mis dos familias (los García Michel y los García Hellion). A Alain y Jan los adoro y nos hemos visto con la suficiente frecuencia. Con mi mamá he tenido más contacto a raíz de la muerte de Jorge, con mis hermanas las cosas están muy bien y sólo mi hermano Sergio sigue sin dirigirme la palabra por sus ideas ultras. En fin.
Con mis amigos y amigas todo bien. Conocí a algunas nuevas personas y he dejado de ver a otras, al menos con la asiduidad con que las veía antes. Pero quienes más me importan siguen ahí y eso me alivia.

Otro aspecto muy bueno fue sin duda el ya mencionado viaje a París. Porque a pesar de los inconvenientes que tuve con mi compañera de viaje, no fueron suficientes como para opacar la fascinación, el deleite, la maravilla, el orgasmo emocional de haber estado por segunda ocasión en la llamada Ciudad Luz. Amo a París y espero volver muy pronto. Estar ahí durante diez días fue realmente un alimento para mi alma, pero siempre me quedará el hambre de retornar.

Dejo al final (last but not least) el hecho de haber conocido a Denisse, de manera casi accidental, justo a las dos semanas de mi regreso de Francia y en pleno momento de decepción sentimental. Fue uno de esos casos de amor a primera vista que cuentan las novelas rosas y las películas románticas. Ella es mucho menor que yo, pero por la forma como congeniamos y lo bien que nos llevamos, no lo parece. Llevamos dos meses y medio apenas de estar juntos y hasta el momento no ha habido un solo enojo o dificultad entre nosotros. Su familia y mis hijos aceptaron bien la relación y eso es muy bueno y tranquilizador. Nos reímos mucho, nos apapachamos mucho y tenemos más coincidencias que diferencias en nuestros gustos (a ella le encanta Bunbury, pero qué se le va a hacer). Además, el que sea actriz, toque la batería y escriba muy bien es un plus del cual no puedo menos que congratularme. La adoro, me encanta y pienso que lo nuestro puede ser feliz y duradero.
2008 se fue, pues, con su cauda de cosas y momentos buenos y malos. Ya veremos cómo nos trata el 2009. Por lo pronto, tengo varios proyectos personales y profesionales que espero se lleven a cabo. ¿Qué estaré escribiendo en este espacio dentro de un año exacto? Ya lo sabremos.

5 comentarios:

Ciudadana Herzeleid dijo...

Es bueno que saques todo lo que te afecte, tu año se parece a mi año antepasado en donde perdí algunos familiares y también me fue mal en las cuestiones económicas, pero por lo menos estás haciendo un equilibrio. Y bien, se fue la revista que dirigías, pero ir a la ciudad Luz es algo que pocos han disfrutado. Este año vendrá mejor si te organizas bien

eduardo q. dijo...

Bien, pues espero que por lo menos este año regrese la de mil ojos; me hace falta. ¿Piensas que por lo mientras leo la rolling stone? Ya échale galleta hombre.

Saludos y muy buen año

Kafei dijo...

"Las lagrimas siempre se vierten como preludio de alegria"

Este año que comienza te ira muy bien, ya veras...

Anónimo dijo...

estaba yo leyendo a gusto hasta que mencionaste a bunbury. jaja...no es cierto.
deberias de hacerle una critica justa en bajo presupuesto a esa porqueria (para mi lo es) que es su disco hellvil de luxe. No mejor no, no vale la pena. Pero es que extraño la mordacidad de la mosca.

Anónimo dijo...

La mujer a la que te refieres, en quien creiste ciegamente y al final te defraudó y además te enamoraste de ella, tenía novio según en uno de tus textos ¿no?. Incluso él mismo te la entregó en el aeropuerto para ir a París. O sea, ¿andabas pedaleando bicicletas ajenas? Creo que fue bien merecido lo que te pasó. Además, ¿cómo creer ciegamente en una mujer que le pone el cuerno a su novio?. Ay viejillo no aprendes.