lunes, 6 de octubre de 2008

Cableado


Después de once días sin señal, al fin vino un técnico de Cablevisión para reparar el desaguisado. Me cambió el decodificador (o como se llame) y todo sereno. Es curioso, me quedé sin cable justo el día de la llamada funesta. La tele se recuperó; lo que perdí luego de aquel telefonema, no. Por la noche, vino a visitarme mi queridísima Sandy. Larga charla con té de canela como acompañante (y musiquita, claro). Benditas sean mis amigas.

2 comentarios:

Cecilia Guadarrama dijo...

Hola. Te vi de lejos el otro día en Milenio, pero no pude acercarme a saludarte. Para la próxima.
Un abrazo.

Hugo García Michel dijo...

Conste, para la próxima nos saludamos y por lo pronto, te veré en Milenio TV (yo también estoy muy contento y orgulloso con ese logro de nuestro querido periódico).