sábado, 9 de agosto de 2008

¿Cómo se dice “demagogia” en náhuatl?*


“Ce, ome, yei, nahui, macuilli, chicuace, chicome, chicuei, chiconahui, matlactli”. Cuando era adolescente (bueno, sobran los que me acusan de seguir siéndolo a mis cincuenta y tantos) aprendí a contar del uno al diez en náhuatl y todavía lo puedo decir de corrido. También me sabía de memoria los nombres de todos los tlatoanis mexicas, de Acamapichtli a Cuauhtémoc. Leía muchísimo sobre las culturas prehispánicas de México, aunque lo que más me apasionaba era el mundo azteca, tal vez porque soy defeño nacido en Tlalpan (de tlalli, tierra, y pan, encima de). Libros como La vida cotidiana en tiempos de los aztecas de Jacques Soustelle o las obras de Miguel León Portilla, entre muchos otros, alimentaron mis horas de lectura en esas lejanas épocas en las cuales no había concheros en Coyoacán y el mexicanismo chafa y políticamente correcto aún no sentaba sus reales entre la gente progre.
Hoy día, mi fascinación por la cultura tenochca la llevo en secreto, con tal de no ser confundido con los exhibicionistas mamones que se disfrazan de indígenas (penachos y taparrabos incluidos) y se ponen nombres en los que la letra “c” es sustituida por la letra “k” (ahora son “aztekas” o “mexikas”, chale).
La inútil disquisición anterior viene a cuento porque acabo de leer que, a partir del próximo lunes 18, los funcionarios del Gobierno del Distrito Federal (antes Tenochtitlan) comenzarán a tomar clases de náhuatl y que la materia, al parecer, será obligatoria. En principio suena muy bonito, pero en el fondo es una idea demagógica que nada tiene que ver con el rescate de nuestra identidad y nuestra idiosincracia, etcétera. Digo, a muy pocos chilangos se les antoja realizar sacrificios humanos o rendir culto a Huitzilopochtli (al menos como se estilaba en los tiempos del emperador Moctezuma Ilhuicamina).
Nuestro actual tlatoani, Marcelo Ebrardtzin, se empeña en hacer méritos para aspirar a la grande dentro de cuatro añitos. Pero esto del náhuatl obligatorio para servidores públicos, me parece una completa vacilada.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

6 comentarios:

Arturo Pérez Morán dijo...

El Náhuatl, que idioma lindo (dirian los porteños) tan armonioso y bien estructurado. A mi me gusta bastante, pero estoy lejos de hablarlo, solo conozco unas cuantas palabras y Xiuhticoatl es una palabra (u oración)que dudo mucho esté bien escrita o que exista como tal, pero me gusta lo que significa para mí. Hace mucho, una amiga intentó convencerme de que los antigüos habitantes del continente era una sociedad utópica donde el náhuatl era la lengua materna de todos, desde Alaska hasta la Patagonia. Teoria que eché abajo porque las utopías no han existido ni existirán y porque una vez a un Lakota le pregunté ¿quenin motoca? y me respondió....le tuve que preguntar en inglés. Mi amiga tambien me envió un montón de artículos escritos por Tlacatzin Stivalet Corral que nunca leí. Al parecer demagogia no existe en el náhuatl, lo cual hace suponer que los Tlatoanis hablaban al chilli. Me quedó la duda de como unir las palabras xoxoctli y cuitlapilli (huetzcaliztli). Ane!

Tsunami dijo...

Ay no mames!!!... es el comentario que se me viene a la mente cada vez que me entero de alguna "brillante" iniciativa del gobierno DeFectuoso... extraño el D.F., extraño vivir en la Escandón, frontera con Condesa y todas las ventajas de estar ahí, pero al mismo tiempo, me dan escalofríos cada vez que Marcelito abre el hocico... acá en el Establo de México, aunque sea zona conurbada, el ambiente es completamente distinto... no es lo mismo que lo mesmo...

Sonic Reducer dijo...

Si los pobladores tenían permiso para apedrear a sus gobernantes (como le pasó a uno, según recuerdo la ilustración d eun libro de texto), me parece una medida acertada. Lo demás, como señalas, es demagogia. Y es, por supuesto, un candado más para enclaustrarnos tras el muro de nopal. Ni soñar con que los funcionarios lean Ética para Amador, los Ensayos de Montaigne o Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam. Al rato, desde luego, habrá medallas auto-impuestas cuando ebrard anuncie que se han traducido al náhuatl insignes títulos de monsivaís y poniatowska. ¿Sabe alguno de ustedes en cuál embajada puede pedirse asilo político?
Saludos.

Anónimo dijo...

Sí que chido cuando hablas de los perredistas pero... a los del PAN ni los ves ni los oyes? ¿cuándo un texto dedicado a ellos en su periódico abierto y democrático? Anímese, no creo que lo corran. ¿o sí?

Unknown dijo...

Que tal, lo del nahuatl suena interesante jaja, lastima que a los politicos solo les importa una cosa, aunque nadie sabe que es($$$$$$$$$$$$), en fin, a mi tambien me gusta el mexico prehispanico, recien lei un libro de los antiguos mexicanos, de leon portilla, aunque prefiero novelas como el azteca jeje que no son reales pero si interesantes :P, oye tengo una duda, haber si alguien puede corregirme o ayudarme, he buscado que miztli, significa puma, y tzilmiztli significa puma negro, lo cual puedo interpretar como pantera, sera posible que TZILMIZTLITZIN signifique, señor pantera??? o señor puma negro???, ojala alguien pueda contestarme, saludos

Nelson dijo...

Aunque yo vivo cerca de Cuahunáhuac ( hoy Cuernavaca)creo entender lo que sientes al haber nacido en Tlalpan, cada vez que voy a la Ciudad de México me imagino la Gran Ciudad Tenochtitlán, y le digo a quien vaya conmigo... aquí es donde vivieron los Aztecas...y es que los Aztecas erán la Ley...