lunes, 2 de junio de 2008

... y se hizo la luz


Porque después de casi veinte días la volví a ver. Temprano en la mañana me mandó un mensajito de texto al celular y me citó a las tres de la tarde en la glorieta "Insurgentes" del metro. Ahí estuve puntualísimo (ella no tanto: llegó como veinte minutos tarde, je). El reencuentro me dio una alegría inmensa. La acompañé a pagar un librero que compró en una mueblería cerca de Insurgentes y Viaducto. De ahí, caminamos un buen tramo hasta la zona de restaurantes de la Condesa, calle Michoacán para ser precisos. Comimos en "La Gloria". Todo se conjugó para tener una tarde deliciosa: la charla, la comida, las miradas, las sonrisas, las risas, la complicidad, el cariño, la querencia. Todas mis dudas se disiparon (no las mencionaré pero fueron muchas durante estas dos semanas y media; dudas sobre ella, dudas sobre mí). De verdad que volví a sentirme muy feliz, como hacía ya meses que no me sentía. De ahí nos fuimos a otro restaurante para comernos una dona con café. Luego al Péndulo, donde le compré un libro de Enrique Serna (Giros negros). Cruzamos de regreso hacia Insurgentes y en el parque México nos encontramos a Jaime Ades, quien iba con su hijita y sus dos perritos. Me despedí de ella en la estación "Sonora" del metrobús; luego, cada quién tomó rumbo a su casa. Parece que mañana y pasado volveremos a vernos. Por Dios que sigo prendado de ella. A pesar de los pesares. Nadie me hace sentir en estos momentos lo que esa mujercita, tan peculiarmente diferente a cualquier otra de las que he conocido en mi vida.

Como a las diez y media de la noche me llamaron del programa de Fernando Rivera Calderón, en W Radio, para que externara una opinión sobre la muerte del gran Bo Diddley, acaecida este día, a sus setenta y nueve años. Fue una entrevista breve pero emotiva y hasta divertida (con Fer estaban mi querida Vero Maza y mis cuates Eduardo Limón y Rafael Tonatiuh).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Descanse en Paz el gran maestro Bo Diddley.

Karina dijo...

Wow, hace tanto que no sé nada de ti!!!

¡¡Ya hasta celular tienes!! Eso sí es un cambio radical.

Deberás pasarme el número!!!!

Besos.