viernes, 27 de junio de 2008

¿Miedo al compromiso?


Me han dicho que siempre me enamoro de mujeres imposibles. Tú misma algún día me comentaste que si no estuvieras comprometida, nunca me habría fijado en ti. ¿Será que tengo miedo al compromiso? No lo sé. Lo que sí sé es que cada instante que paso a tu lado, así sea en situaciones tan simples como tomar un café o charlar en mi sala, mientras me cuentas tus cosas y yo te cuento las mías, cada momento que compartimos uno al lado del otro me provoca una profunda y adictiva felicidad. Como anoche mismo que fuimos juntos, tú y yo, al aniversario del suplemento "Laberinto" de Milenio Diario, en ese curioso sitio que es el club "Savoy" de la calle de Bolívar, en el Centro Histórico. No importa que me hayas amonestado, con mucha razón y con mucha dulzura, porque no tuve la atención de esperarte en el andén correcto de la estación "Isabel la Católica" del Metro. Al final la pasamos más que bien en nuestra mesa del oscuro antro y felicitamos a José Luis Martínez (director de "Laberinto" y viejo lobo de mar del periodismo cultural) y te presenté al gran Carlos Marín (lo cual te emocionó) y vimos al escritor Armando Ramírez que nos saludó sonriente al pasar junto a nosotros y te dije que aquel hombre que estaba allá, el de la boina, era José de la Colina y aquel otro era Braulio Peralta y el que vino a charlar un momento conmigo era Ivan Ríos Gascón y observamos cómo Xavier Velasco se hacía el disimulado y se pasaba de largo para no tener que detenerse y saludarme (qué se le va a hacer, nunca le he caído bien). Bebimos cubas, vimos el show de una cantante (Dulce, aunque no la cantante Dulce), escuchamos y no bailamos (ni tú ni yo somos bailadores) esa música afroantillana que no es muy de tu gusto y chismeamos más que divertidos. Salimos tomados del brazo en busca de un taxi y te dejé cerca de tu casa. Fue una noche esplendorosa, de cielo despejado y clima grato. Tu cercanía en la mesa me hizo sentir tu calidez y tu cariño, aunque estés comprometida, aunque otro piense que le perteneces, como si no fueras una mujer libre, espontánea y auténtica. ¿Miedo al compromiso? ¿Yo? ¿Contigo? Te aseguro que no.

2 comentarios:

Cecilia Guadarrama dijo...

"¿Miedo al compromiso? ¿Yo? ¿Contigo? Te aseguro que no"...

De cualquier manera que se interprete es una gran reflexión. ¿Será que no es miedo al compromiso sino una manera distinta de comprender la felicidad?

Just a question.
Saludos :)

Anónimo dijo...

jaja, este cabron, lucete tantito con los nombres eh?

con toda la razon xavier velasco no te traga...