sábado, 19 de abril de 2008

López Obramosh*


Para Octavio Paz, In memoriam
(porque cuánta falta nos hace su pasión crítica)

La “izquierda” lopezobradorista al fin tiene a un ideólogo que le da alma, sustancia, coherencia a su discurso y a sus actos. Por supuesto que no se trata de Carlos Marx (¿quiéeeen?). Tampoco me refiero a Lenin. Mucho menos a Mao Tse Tung o a Ho Chi Min. Ya no digamos a Gramsci. Vamos, ni siquiera a Fidel Castro, al Che Guevara o a Marta Harnecker. Si por sus obras y sus métodos los conoceréis, la ultra(reaccionaria) claque a las órdenes de AMLO debe tener como su principal inspirador ideológico, según todo parecería indicar, al no hace muchos años famoso líder del Consejo General de Huelga que en 1999 secuestró a las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México durante cerca de un año: Alejandro Echeverría, alias El Mosh.
La toma de las dos tribunas del Congreso mexicano (la de la Cámara de Diputados y la de la Cámara de Senadores) por parte de los propios legisladores perredistas obedece a la misma lógica disparatada y a la misma mitología virtual que hacía operar a los cegeacheros hace nueve años y que Andrés Manuel y sus más cercanos tan bien aprendieron por lo visto. Ya sólo les falta poner alambres de púas para evitar que los panistas, los priistas o cualquiera de sus “enemigos” se les acerquen.
Los integrantes del FAP (Fieles Adoradores del Peje) persisten en vivir dentro de una realidad paralela y acatan las órdenes de su pastor de una manera tan acrítica y ciega que no deja de ser antropológicamente digna de estudio. Políticos de experiencia, líderes sociales, periodistas supuestamente cuestionadores (¿vio usted la mansa y acomodada seudo entrevista que Ricardo Rocha le hizo a López Obrador el martes pasado en su programa de Canal 13?) y hasta intelectuales de prestigio siguen al flautista de Macuspánelin como lemmings rumbo al precipicio. Es un espectáculo que no deja de resultar fascinante en su patetismo protofascista.

Nota al calce: Espero que ningún pejista se moleste por lo de López Obramosh. Tómenlo como un halago. Finalmente, es tan sólo la fusión nominal de dos de sus héroes.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sueña a amlo, verdad?

Hugo García Michel dijo...

Sólo en mis peores pesadillas, señor Noroña (?).

Anónimo dijo...

Cierto, una fijación con AMLO... sólo él tiene ese encanto sobre los comunicadores como Ricardo Rocha, Oscar Mario Beteta, Julio Hernández, Ferriz de Con, y ahora usted también. Además le atrae visitantes a su blog, tanto pejistas como antipejistas. Sólo el peje puede lograr ese efecto. Asi como causa sueños, provoca pesadillas. ¿No es fascinante?. Ya forma parte importante de la vida de usted ¿o no?