lunes, 18 de febrero de 2008

Sweeney Todd


Lunes con ella, lunes de ella. Llegó a las doce y media. Charlamos un buen rato y luego fuimos a averiguar ciertos datos a Mundo Joven. De regreso pasamos a comprar tortas en Subway (empieza a hacerse costumbre, a ella le gustan mucho). Comimos en el depto y como a las cuatro y media nos fuimos a pie, a través de la Nápoles, al World Trade Center. No íbamos, como hace un par de meses, al programa de radio (no hay para cuando se reanude, ¡snif!) sino a Cinemex, donde vimos la nueva peli de Tim Burton, "Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street". Nos encantó (a ella y a mí; bueno, a ella más porque Johnny Depp es uno de sus amores platónicos). Se trata de una violentísima e híper sangrienta historia de venganza, bajo el formato de un musical y con el estilo onírico y fantasioso, muy de comic, de Burton. Si hubiese sido un filme realista, los asesinatos del barbero habrían resultado demasiado crueles y hasta insoportables de ver. Pero como el asunto se maneja en la cinta, con un humor negrísimo que a cada rato arranca la sonrisa (aunque sea una sonrisa nerviosa), los chorros de sangre que corren en las diferentes escenas terminan por ser inocuos. Muy buenas las actuaciones de Depp, de Helena Bonham Carter (la cocinera de pays de carne… humana y amante de Todd), de Alan Rickman (estupendo villano), de Timothy Spall (su gordo y repulsivo cómplice) y de Sacha Baron Cohen (en un papel corto, pero muy efectivo, como barbero italiano rival de Sweeney). La escena final es un poema en el cual se mezclan el dolor, el amor… y la hemoglobina. Salimos satisfechos. Caminamos hasta el metrobús Colonia del Valle y ahí nos despedimos…, hasta el próximo miércoles. La voy a extrañar. Ya siempre la extraño cuando no está conmigo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dejémosle a Burton la sangre y a Michel la miel.