lunes, 4 de febrero de 2008

Capítulo noveno*


"Decía Groucho Marx que el hombre tiene la edad de la mujer que ama. Suscribo la frase letra por letra. Por tanto, tuve veinticuatro años cuando me enamoré de Ángela. Tuve veintiuno cuando me enamoré de Montserrat. Tuve veintidós cuando me enamoré de Belinda y ahora tengo veintitrés. Las edades de cada una transmutadas hacia mi persona. Aunque, en realidad, a Ángela le llevo catorce años, a Montserrat veintitrés y a Belinda veintinueve. Desde un punto de vista cronológico, esta última tiene veintitrés y yo cincuenta y dos. Pero me siento de su edad. Cuando estoy a su lado, en momento alguno percibo la enorme diferencia generacional que hay entre los dos. Creo que ella tampoco. Creo que no le importa y si le importa, lo sabe disimular".

*Fragmento del capítulo IX de mi novela en línea, tentativamente llamada Matar por Ángela 2. Para leer el capítulo completo y los otros ocho que llevo escritos, ir a http://matarporangela2.blogspot.com

1 comentario:

Miriam Canales dijo...

Si, ¿donde he oído eso antes? Te veré en el Ruta.