viernes, 24 de agosto de 2007

Dicen que estoy enamorado


A raíz de algunos de los textos diarios que he escrito para este blog, muchas personas están seguras de que estoy enamorado y de que la mujer que me ha robado el corazón es P. Aun a riesgo de sentirme como esos personajes de la farándula que exponen sus intimidades en el “TV Notas” o el “Óoorale!” y dado que a final de cuentas no he ocultado mis sentimientos acerca de P, de L e incluso de M, haré algunas aclaraciones para quienes pudieran estar interesados (los que no, pueden saltarse lo que sigue).
¿Estoy enamorado de alguien? La respuesta es no. No lo estoy en el mismo sentido en que lo he estado varias veces en mi vida, es decir, con ese afán de obsesión, apasionamiento ciego y deseos demenciales de apropiación de la persona víctima de mi enamoramiento. Así estuve tres años con Y y siete años con M –para hablar de los casos más recientes -y sufrí muchísimo, porque no fueron enamoramientos correspondidos. Lo que menos deseo es enamorarme más de ese modo. Ahora, ¿siento un profundo amor por P? Sí. La amo. Lo mismo que a L y a M, a cada una de diferente manera, aunque con igual pasión, cariño y deseo de estar con ellas. De hecho, también siento una gran querencia por otras amigas. La verdad es que estoy en un momento en el cual me siento capaz de dar mucho amor (a whole lotta love, diría Led Zeppelin) y por tanto de amar a varias mujeres al mismo tiempo. Las tres mencionadas me encantan, la paso de maravilla con ellas, me gusta que vengan a visitarme o que salgamos a algún lado y las tres saben de la existencia de las otras dos y lo que siento por ellas (de hecho, P y M se conocen, lo mismo que L y M; sólo P y L no se han visto personalmente, aunque sí han coincidido en un mismo lugar). La amistad que se ha desarrollado es enorme. Son mis amigas y las amo. Me niego a enamorarme de alguna, porque no quiero lastimar y no quiero lastimarme con una relación que conlleve el sentido de la propiedad. Sin embargo, podría ser que de pronto sí me clavara con una de ellas en especial (o con otra mujer de inesperada aparición) y en ese caso sabría serle absolutamente fiel (en casi veinte años de relación y matrimonio con mi ex esposa, jamás le puse el cuerno). Pero no es el caso actual, al menos no todavía. Adoro a P. Adoro a L. Adoro a M. Cada una es distinta y fascinante en su muy propia personalidad. Las amo con toda mi alma y, afortunadamente, de ninguna estoy enamorado.

2 comentarios:

Alejandra Morón Díaz dijo...

Hola Hugo, estoy probando a ver si ahora sí puedo dejarte mensajes en tu blog, te conocí en el Taller de Periodismo de espectáculos que impartió Álvaro Cueva, soy Alejandra Morón.

Espero seguir en contacto contigo por este medio.

PD: Es lindo enamorarse, sólo hay que atreverse.

Saludos

Anónimo dijo...

El que da tantas explicaciones...