lunes, 23 de julio de 2007

Lunes se escribe con P


Hacía diez días que no veía a P (desde el concierto de Peaches Staten en el Ruta 61 del pasado viernes 13) y veinte que ella no venía a mi casa. Por suerte hoy estuvo aquí conmigo durante cerca de seis horas (que con ella siempre me parecen pocas). Me dio mucho gusto verla –comme d’habitude- porque P es una mujer llena de frescura y simpatía y con una forma de ver la vida que me encanta, ya que no se complica y sabe disfrutar del día a día y de las cosas sencillas, como el charlar, el escuchar música, el ver una película, el comer. Hoy la invité a un restaurante y al mirarla y ver cómo disfrutaba de sus platillos y platicar con ella me hacía sentir muy cómodo, muy a gusto, muy feliz. Juntos solemos reír mucho. Sus comentarios políticamente incorrectos me divierten sobremanera y su sano cinismo es más que reconfortante. Es una joven muy sui generis, nunca antes conocí a alguien como ella y la verdad es que me siento muy afortunado de que se haya cruzado en mi existencia. P es una de esas personas a quienes uno quiere conservar para siempre y yo espero que así sea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te estas enamorando hugo.

Hugo García Michel dijo...

La verdad es que yo a P la adoro y no resultaría difícil enamorarme de ella, pero sería lo peor que podría suceder después de mis dos anteriores y muy sufridos enamoramientos (de Y y de M). No quiero sentirme dueño de alguien y tampoco que alguien se sienta dueña mía. Mejor seguir como amigos muy cercanos, lo cual no significa que no sienta un enorme amor por ella.